La ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza y fronteriza con Egipto, en la que permanecen alrededor de 1.5 millones de palestinos, en su mayoría desplazados por el asedio sionista, se encuentran en estos momentos bajo intensos bombardeos israelíes que dejan cerca de 80 asesinados, de acuerdo con reportes de prensa.
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A pesar de numerosas advertencias internacionales, entre ellas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Liga Árabe, la entidad sionista lanzó sobre dicha localidad ataques masivos, sin precedentes.
En solo media hora se ejecutaron 50 ataques que tuvieron a al menos 16 complejos de viviendas y dos mezquitas como objetivos y asesinaron a alrededor de 60 de personas, precisó Times of Gaza.
La plataforma informativa Palestina Hoy informó que hasta el momento la cifra de asesinados ascendió a 77, mientras Europa Press reportó que superan los cien.
Según reportes, fueron atacadas dos mezquitas en el norte y el centro de la ciudad. Se estima que hay al menos 230 heridos, que fueron trasladados al Hospital Kuwaití, al centro de Rafah.
Cientos de desplazados por los bombardeos se hallaban en los lugares de culto al momento de los ataques, que provocaron que numerosas personas huyeran de sus hogares para intentar buscar refugio en los hospitales de la zona.
Los ocupantes destruyeron la mezquita Al-Huda en Yabna y la mezquita Al-Rahma en Al-Shaboura, así como las viviendas de la familias Al-Mughir, Al-Masry, Abu Jazar, Abu Al-Husayn, Abu Rizq y otras seis casas. Todos los mártires y heridos eran niños y mujeres.
La cifra de civiles asesinados podría incrementarse en las próximas horas pues los servicios de rescate aún no pudieron llegar a todas las víctimas, entre ellas las que permanecen bajo los escombros.
Se reportan bombardeos desde barcos de guerra, drones de combate y helicópteros Apache, entregados por EE.UU. a la entidad sionista.
La localidad, habitualmente de unos miles de habitantes, hace frente a una elevada superpoblación luego de la llegada de cientos de miles de palestinos procedentes de las ciudades al norte y centro de la Franja de Gaza, y Jan Yunis, en el sur, bombardeadas incesantemente primero y luego invadidas por tierra. Miles de estos desplazados sufrieron desplazamiento forzado más de una vez.
Al forzarlos a evacuar sus comunidades, los ocupantes sionistas les comunicaron que desplazarse hacia el sur era sinónimo de seguridad. Días atrás, el primer ministro Benjamin Netanyahu indicó al ejército israelí ampliar sus operaciones militares hacia esta zona.
Tras el anuncio, el movimiento de resistencia islámica palestino Hamás y la Autoridad Nacional Palestina rechazaron el plan sionista. Advirtieron que esa operación preludia el intento de Israel de expulsar a los palestinos hacia el Sinaí y dejaron claro que el pueblo palestino no abandonará su tierra.
