El secretario general de la ONU expresa su alarma por el rebrote de actos terroristas en Siria y pide el retorno al proceso político facilitado por el organismo.
“Hay informaciones sobre víctimas civiles, el desplazamiento de decenas de miles de personas, daños a infraestructura civil e interrupción de los servicios esenciales y la ayuda humanitaria”, lamentó el lunes Stéphane Dujarric, el el portavoz del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.
En nombre de Guterres, el vocero reclamó un “cese inmediato de las hostilidades” que lleva a cabo desde el miércoles el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham (HTS, anteriormente conocido como Frente al-Nusra) que, conforme recuerda Dujarric, es una entidad sujeta a sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).
Asimismo, dijo que “todas las partes deben hacer todo lo posible para proteger a los civiles y los bienes civiles, incluso permitiendo el paso seguro a los civiles que huyen de las hostilidades”, de los grupos takfiríes en regiones en el norte de Siria, como Alepo, Idlib y Hama.
En este sentido, puso de relieve que “los sirios han soportado un conflicto desde hace cerca de catorce años” y “merecen un horizonte político que derive en un futuro pacífico, sin más derramamiento de sangre”.
Por ello, resaltó el secretario general del organismo “recuerda a las partes sus obligaciones bajo el Derecho Internacional”, incluida “la vuelta al proceso político facilitado por la ONU, en línea con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad”.
En la misma línea, Dujarric advirtió que la presencia de cadáveres insepultos y la falta de agua potable en Siria amenazan la salud pública y afirmó que los daños al hospital universitario de Alepo habían dejado a cientos de pacientes sin atención médica.
Desde el miércoles, grupos armados terroristas, encabezados por los extremistas de HTS, apoyados por miles de terroristas extranjeros, armas pesadas y una gran cantidad de drones, lanzaron un ataque masivo desde múltiples ejes contra Alepo y frentes de Idlib.
El domingo, el Ejército sirio lanzó una contraofensiva masiva que ha dejado más de 1300 terroristas muertos en los últimos cuatro días y ha hecho retrocederlos de muchas zonas estratégicas.
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