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Los manifestantes se movilizan junto a organizaciones sociales en rechazo a la medida del presidente contra el aumento de sus haberes.
Jubilados y pensionados de Argentina se movilizan este miércoles en rechazo al veto del presidente Javier Milei que echó por tierra un aumento de sus haberes aprobado por el Congreso.
Los manifestantes, acompañados por organizaciones sociales, se congregarán frente al palacio legislativo en Buenos Aires, donde se enfrentarán a un fuerte operativo policial después de la represión sufrida la semana pasada. Desde allí, marcharán hacia Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del Ejecutivo.
Los jubilados demandan mejores ingresos tras perder su poder adquisitivo en los últimos meses. Desde diciembre, cuando Milei asumió el poder, la caída del haber mínimo fue de 19,2 %, según un informe del Frente Renovador, recoge Ámbito.
La protesta de jubilados y movimientos sociales es para manifestar su rechazo al veto que impuso Milei contra la Ley de Movilidad Jubilatoria que aprobó el Senado días atrás, cuyo objetivo era recomponer los ingresos los ingresos de los jubilados y pensionados en un 8,1 %.
La marcha también se realiza para repudiar la violencia estatal, luego de la represión que padecieron los jubilados en la convocatoria del miércoles pasado, cuando la Policía Federal roció con gas y reprimió con porras a los manifestantes que se encontraban a las afueras del Parlamento.
Los manifestantes desafiarán una vez más el protocolo antipiquetes del Ministerio de Seguridad, conducido por Patricia Bullrich, quien anticipó que si cortan las calles volverán a reprimir.
Veto total
El líder libertario ya había advertido del decreto de veto total, que finalmente firmó después de una reunión con los bloques de diputados del oficialismo y de la oposición dialoguista en la Casa Rosada, quienes le dieron su apoyo.
El presidente argumentó que dar el incremento de haberes para el sector pasivo implicaría un gasto adicional de 1,2 % del PIB, y obligaría al Estado a contraer una deuda.
El Gobierno se opuso a la recomposición en defensa del superávit fiscal que busca alcanzar principalmente mediante profundos recortes del gasto público. En este sentido, el mandatario calificó la ley de una “irresponsabilidad”, que “condenaría a los argentinos”.
