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Matanzas, desplazamientos y refugiados, que han tenido que cruzar al lado venezolano, son el saldo que han causado los enfrentamientos entre dos grupos armados en la región colombiana del Catatumbo.
Aunque la fase más violenta de la confrontación entre grupos armados en el Catatumbo (entre los departamentos colombianos del Norte de Santander y el Cesar) pareciera amainar tras días de intensos combates, la herida del conflicto más longevo de América Latina está reabierta.
Los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una facción de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han generado una “crisis humanitaria sin precedentes” en esa zona, que ha dejado un saldo de por lo menos 80 personas muertas y 32.000 desplazados, según cifras de la Defensoría del Pueblo.
La Fiscalía informó este miércoles que “revocó los beneficios de suspensión de las órdenes de captura” a 31 integrantes de esa organización que hacían parte de la mesa de diálogo, en medio de la arremetida violenta del grupo guerrillero, con el que el presidente, Gustavo Petro, suspendió el diálogo la semana pasada.
Suspensión de órdenes de captura
El Ministerio Público reactivó las órdenes de aprehensión para tres decenas de guerrilleros, entre los que se encuentran Israel Ramírez Pineda, alias ‘Pablo Beltrán, comandante del ELN y jefe de la delegación negociadora; Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’; Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, alias ‘Antonio García’ y Aureliano Carbonell, entre otros.
Otra de las medidas para paliar la crisis, según la Defensoría del Pueblo, fue la realización de tres misiones humanitarias, junto con la Iglesia católica, para conseguir la liberación del exalcalde del municipio de San Cayetano (Norte de Santander), Antonio José Marín, y de 31 personas en total. Además, se llevó a cabo el “levantamiento del confinamiento de mujeres y niños que no podían acceder a medios de subsistencia ni movilizarse”.
Disminución de las muertes
El titular de Defensa, Iván Velázquez, manifestó en una entrevista radial que “la mayor violencia se presentó en los dos primeros días” y que recientemente hay una “disminución de las muertes y de las acciones del ELN“, debido “a la mayor presencia militar y policial”.
Asimismo, se refirió al traslado a otros sectores de la población civil amenazada por el ELN porque “estaba en grave riesgo de vida”.
A la zona en conflicto también se han llevado 17 toneladas de ayuda humanitaria y la Fuerza Pública “ha desplegado todas sus capacidades para consolidar el control del territorio”, según un video publicado por el mandatario colombiano en sus redes.
El Ministerio de Defensa informó en X que siguen llegando al lugar tropas de fuerzas especiales, además de 150 funcionarios de la Policía del Norte de Santander. Del mismo modo, se notificó la entrega de ocho integrantes del ELN, dos de ellos menores de edad, en el municipio de Tibú.
Defensa de la conmoción interior
Mientras las acciones militares se incrementan, el debate político sobre la situación en el Catatumbo también arde en Colombia.
El mandatario defendió en su cuenta de X la declaración del estado de conmoción interior y negó que esa medida hubiera sido tomada para reelegirse o para cobrar los impuestos establecidos en el proyecto de Ley de Financiamiento, que no fue aprobado por el Congreso.
“El decreto de conmoción interior no es solo para financiar unas actividades en el Catatumbo, sino para defender la soberanía nacional, amenazada desde el Catatumbo y Arauca”, publicó el líder del gobernante Pacto Histórico.
Venezuela tiende su mano
Este miércoles, el Gobierno de Venezuela informó que se mantiene en coordinación con las autoridades de Colombia para recibir y prestar ayuda a las personas desplazadas de sus viviendas en medio de los enfrentamientos.
El presidente Nicolás Maduro, durante los ejercicios militares Escudo Bolivariano 2025, manifestó que su país aboga por la paz y “mantiene su presencia en todas las fronteras“.
Caracas ha afirmado que el despliegue militar que 2.000 uniformados que mantiene en su zona limítrofe con Colombia busca garantizar “la paz en toda la región”.
Entre los dos países se estableció un corredor humanitario donde las personas que huyen de la violencia son atendidas y trasladadas por vía aérea, terrestre o marítima a centros de salud o a los estados venezolanos donde tengan algún familiar, según detalló el titular del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello.
- El pasado martes, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó “las graves infracciones del Derecho Internacional Humanitario” y los “abusos perpetrados por grupos armados no estatales”.