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El presidente colombiano, Gustavo Petro, expresó su rechazo a la acción ordenada por la alcaldía de la capital del departamento de Antioquia.
El borrado de un mural pintado en Medellín (Antioquia) y la reacción del presidente colombiano, Gustavo Petro, han dejado al descubierto un oscuro capítulo de la historia colombiana, luego de que se confirmara en diciembre pasado, el hallazgo de restos humanos en una fosa común ubicada en el sector ‘La Escombrera’ de esa capital.
En honor a ese primer descubrimiento —seguido por otro realizado días atrás, en el que se encontraron dos cuerpos más— varios colectivos culturales de la ciudad realizaron un mural donde se leía: “Las cuchas [madres] tienen razón”. Esta frase se relaciona con las denuncias que por años han hecho las progenitoras de desaparecidos, que afirman que en esa zona de la Comuna 13 hay cuerpos enterrados de forma clandestina.
En su cuenta de X, Petro afirmó que “el fascismo en Medellín borra de nuevo el arte y la libre expresión en los muros“, con referencia a la orden dada por la Alcaldía de esa capital, dirigida por el excandidato presidencial derechista Federico Gutiérrez, de borrar el mural que hacía referencia al macabro hallazgo en ‘La Escombrera’.
“Los grupos fascistas quieren negar su fascismo: el ser simplemente delincuentes cuyo sectarismo los lleva a eliminar físicamente la diferencia. Esto es fascismo”, agregó el mandatario.
El fascismo en Medellín borra se nuevo el arte y la libre expresión em los muros.Los grupos fascistas quieren negar su fascismo: el ser simplemente delincuentes cuyo sectarismo los lleva a eliminar físicamente la diferencia. Esto es fascismo. pic.twitter.com/D2ujYGDDrL
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 13, 2025
¿Qué tenían los murales?
En las imágenes pintadas y cubiertas con pintura gris, según videos que las registraron, se veía una representación de Margarita Restrepo, integrante del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) y madre de la adolescente desaparecida Carol Vanessa Restrepo, cuyo paradero perdió el 25 de octubre de 2002.
Igualmente, estaba plasmado el rostro lleno de sangre del expresidente Álvaro Uribe, cuya política de seguridad afectó directamente a la Comuna 13 debido a que se llevó a cabo más de una decena de operativos que causaron ejecuciones extrajudiciales, personas reportadas como desaparecidas y recrudecimiento de la violencia paramilitar.
En una solapa de la ilustración, el también exsenador tenía impresa la cifra 6.402, relacionada con el número de ‘falsos positivos’ o ejecuciones extrajudiciales reportadas como bajas en combate, ocurridas entre 2002 y 2008, según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Además, estaba acompañado de la frase: “¿Quién dio la orden?“, relativa a la responsabilidad máxima que aún no ha sido determinada por la Justicia, y que según defensores de derechos humanos recaería en el jefe de Estado, por presuntamente haberle ordenado al alto mando militar cumplir con ese tipo de acciones en contra de civiles desarmados como parte de la lucha contra la insurgencia.
Este es el mural que borraron en Medellín, pero que no podrán borrar de las redes sociales. No paren de compartir. De acá no lo podrán censurar. pic.twitter.com/GIEjQRYsgB
— David Rozo (@DonIzquierdo_) January 13, 2025
¿Qué es ‘La Escombrera?
Madres y otros familiares de personas desaparecidas, además de defensores de los derechos humanos y colectivos organizados, han denunciado recurrentemente que en ‘La Escombrera’ se encuentran fosas comunes. Según sus testimonios, allí podrían estar enterradas entre desechos las víctimas de detenciones arbitrarias, que habrían sido ejecutadas de forma extrajudicial, según la Universidad de Los Andes (Uniandes).
La zona representa un símbolo entre las familias de los desaparecidos como “un lugar de memoria“, recoge el escrito, por lo que se han llevado a cabo actos simbólicos “para exigir verdad, justicia y reparación”.
La Comuna 13, compuesta por 21 barrios, ha tenido un historial vinculado con la violencia del narcotráfico, desde los años 80 del siglo pasado, hasta el auge paramilitar y sicarial de los años 90. A ese territorio ingresó el extinto Bloque Metro de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), dirigido por Carlos Mauricio García, alias ‘Doble Cero’, que se enfrentó a las milicias urbanas de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y que dejó numerosas víctimas de los grupos armados.
El Estado también queda señalado, puesto que durante la presidencia de Uribe (2002-2010) hubo once cuestionados operativos militares que habrían contado con la ayuda de bloques paramilitares, Uno de ellos, el más conocido fue la ‘Operación Orión’, que dejó civiles muertos, cientos de personas desaparecidas, detenidos y desplazamiento forzado. Tras la salida de los grupos insurgentes, el paramilitarismo se hizo con el control de en esa comunidad.