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La base Mihail Kogalniceanu, ubicada en Rumanía, a orillas del mar Negro, cerca de la frontera con Rusia, actualmente alberga a entre 4.000 y 5.000 militares, la mayoría de ellos estadounidenses, y tras su reconstrucción podrá aumentar ese número a 10.000.
En Rumanía se está construyendo la mayor base militar de la OTAN en Europa, que podría llegar a estar completamente operativa en el 2040 y albergar hasta 10.000 militares, así como a sus familias. Se trata de la ampliación de la base aérea Mihail Kogalniceanu, ubicada en el distrito de Constanza, a orillas del mar Negro, cerca de la frontera rusa.
Con una superficie de unas 2.800 hectáreas y un perímetro total de 30 kilómetros, la base superará la de Ramstein, en Alemania, que tiene unas 2.000 hectáreas. Las instalaciones incluirán pistas de aterrizaje, plataformas de armas, hangares para aviones militares, así como escuelas, guarderías, supermercados e incluso un hospital. El coste de construcción es de 2.500 millones de euros (2.723 millones de dólares).
Tanto las autoridades rusas, como algunos políticos rumanos, han advertido que la base podría utilizarse por la Alianza Atlántica para desencadenar una “ofensiva” contra Moscú, y al mismo tiempo sería una “amenaza para Bucarest”.
Cooperación con EE.UU.
La base aérea Mihail Kogalniceanu está bajo el mando del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Rumanía y alberga el 572º Escuadrón de Helicópteros. Cuenta con una pista de aterrizaje de 3.500 metros de largo y 45 de ancho, capaz de albergar aeronaves militares y aviones pesados de transporte militar C-5 Galaxy, con un peso de despegue de más de 380 toneladas, detalló el experto de la Universidad Federal del Báltico, Yuri Zvérev.
En 1999, antes de que Rumanía ingresara en la OTAN en el 2004, Estados Unidos empezó a utilizar la base aérea Mihail Kogalniceanu. En el 2003, tropas, carga, combustible y vehículos estadounidenses fueron trasladados de Alemania a Irak a través de esta base. Desde el 2017, está estacionado un batallón del Equipo de Combate de Brigada Acorazada de rotación del Ejército estadounidense, así como unidades de la Brigada de Aviación de Combate Rotativa (helicópteros) de Estados Unidos.
En el 2020, el avión experimental de reconocimiento electrónico ARTEMIS estadounidense fue trasladado a la base aérea y desde entonces ha estado haciendo vuelos de reconocimiento sobre el mar Negro, hasta la costa rusa, así como hacia el norte a lo largo de la frontera con Moldavia o las fronteras con Ucrania y Bielorrusia, acercándose a la frontera con la región rusa de Kaliningrado.
Otros miembros de la OTAN
Desde mayo del 2014, los aviones de combate de distintos países de la OTAN patrullan el espacio aéreo de Rumanía y Bulgaria. Desde abril del 2024, seis cazas británicos Typhoon FGR4 están de servicio en la base rumana. Junto con las aeronaves, han llegado a Rumanía más de 200 efectivos británicos.
A su vez, Italia desplegó en el 2023 un avión de detección por radar y reconocimiento por radio de largo alcance E-550A. La aeronave realiza vuelos de reconocimiento, principalmente sobre Rumanía y ocasionalmente sobre el este de Polonia.
En total, entre 4.000 y 5.000 soldados están estacionados actualmente en la base aérea Mihail Kogalniceanu, la mayoría de ellos estadounidenses. De este modo, se trata de la mayor base de EE.UU. y de la OTAN no solo en Rumanía, sino en todo el sudeste de Europa.
Objetivos de la base
Según los analistas, la modernización de la instalación militar de la OTAN en Rumanía, cerca de las fronteras rusas, puede perseguir varios objetivos a la vez, desde los táctico-operativos hasta los estratégicos, con la vista puesta en el futuro. Según Borís Rozhin, experto del Centro de Periodismo Militar y Político, el objetivo táctico más evidente es resolver los problemas de suministro a Ucrania (está ubicada a unos 100 kilómetros de la región ucraniana de Odessa). “Las instalaciones de reparación pueden desplegarse en el territorio de dicha instalación, que estará fuera de la zona de ataque permanente de los sistemas de ataque rusos”, agregó.
A su vez, el experto militar, coronel retirado Víktor Litovkin, señaló que la construcción de una nueva base en Rumanía viene dictada por el deseo de Estados Unidos de reforzar su posición en la región del mar Negro. “EE.UU. necesita reforzar su posición en el mar Negro para contrarrestar a Rusia. El Pentágono no ha logrado establecerse en Crimea. Tampoco lo ha conseguido en Ucrania: Rusia puede atacar allí a las tropas estadounidenses. Por lo tanto, se estacionarán en Rumanía”, indicó.
En opinión del experto militar Andréi Klintsévich, uno de los objetivos podría ser las provocaciones contra Transnistria y arrastrar a Rusia a un conflicto armado con Moldavia. “EE.UU. señala así su presencia y ocupa aún más Europa del Este, creando puestos avanzados y aumentando la tensión en torno a la Federación Rusa. En cuanto acabe el conflicto en Ucrania, pueden empezar a ‘incendiar Moldavia'”, comentó.
