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Este viernes, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, dijo en el Parlamento que hay cosas que el país debería solicitar a EE.UU. en términos de suministro estable de energía.
Japón está considerando ofrecer apoyo en la construcción de un gasoducto en Alaska, de más de 1.000 kilómetros de longitud y un costo de 44.000 millones de dólares, en un intento por cortejar al presidente de EE.UU., Donald Trump, y evitar posibles fricciones comerciales, recoge Reuters, citando a tres funcionarios familiarizados con el asunto.
Según las fuentes, los funcionarios en Tokio esperan que Trump pueda plantear el proyecto, que según él es clave para la prosperidad y seguridad del país norteamericano, cuando se reúna con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, por primera vez en Washington la próxima semana.
La idea de extraer gas de Alaska y luego redirigirlo a la costa, licuarlo y venderlo a los consumidores asiáticos ha suscitado dudas para el país asiático debido a los altos costos del gas en comparación con otras fuentes. Sin embargo, está dispuesto a ofrecerse a explorar un acuerdo.
Además, Tokio podría incluir entre sus compromisos comprar más gas estadounidense, aumentar el gasto de defensa, e invertir en la industria manufacturera estadounidense. Este enfoque pretende reducir el déficit comercial bilateral de 56.000 millones de dólares y evitar posibles aranceles que Trump ha amenazado con imponer a los productos extranjeros, señaló una de las fuentes.
Este viernes, Ishiba dijo en el Parlamento que hay cosas que el país debería solicitar a EE.UU. en términos de suministro estable de energía, pero no especificó de qué estaba hablando.
“EE.UU. tiene sus propios intereses nacionales y Japón tiene sus propios intereses nacionales. Quiero hablar de cómo podemos construir una nueva forma de alianza que satisfaga a ambos, y llevar la alianza EE.UU.-Japón a nuevas cotas”, aseguró.
