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El presidente Gustavo Petro ha dicho que el conflicto entre dos grupos armados en la región colombiana atenta contra la soberanía nacional.
Detrás de los hechos de violencia en la región del Catatumbo (que comprende el departamento colombiano del Norte de Santander) donde se han enfrentado grupos armados en los últimos días, existe una “fuerza extranjera”, aseveró el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Durante un gabinete realizado en el municipio de Ocaña (Norte de Santander), el mandatario se refirió a la participación de una “fuerza extranjera” –sobre la que no dio más detalles– en los recientes combates entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33 de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que han dejado unos 80 muertos y 48.004 desplazados.
Petro analizó el “cambio en el tiempo” de los “actores de violencia” del Catatumbo y cuestionó que las estructuras armadas actuales les den la espalda a los ideales revolucionarios con los que se sublevaron décadas atrás “para mejorar la vida”.
Un “problema de soberanía nacional”
“¿Qué es lo que vemos en estos días? Una fuerza extranjera ocupando el territorio en el Catatumbo”, ratificó y añadió que por eso afirmó en sus redes que lo que ha ocurrido en los últimos días en esa región es un “problema de soberanía nacional” y “no solo es un conflicto interno“.
El presidente dijo que “una vez que se vaya la fuerza extranjera” o sea destruida, ya no estará junto al ELN. “Quiero que ustedes me entiendan: aquí va el Estado a controlar la frontera“, advirtió.
Al respecto, el grupo guerrillero, a cuyos integrantes se les reactivaron las órdenes de captura, ha cuestionado duramente la propuesta de ‘paz total’ de Petro y ha dicho que las fuerzas militares junto a los paramilitares reeditan un “plan contrainsurgente” en su contra.
Durante su discurso, reiteró que la guerrilla activa más antigua de Colombia y otras estructuras armadas han sido financiadas con el narcotráfico. Esta afirmación ha sido rechazada por el ELN, que sostiene que el Gobierno, que suspendió el diálogo de paz que mantenía desde 2022, los ha querido “satanizar”.
“Entonces el ELN no actúa como guerrilla, sino como paramilitares y ese es el problema que estamos enfrentando hoy: la guerra en el Catatumbo vive del narcotráfico, aunque el ELN dice que no”.
- Además de la cifra de entre 60 y 80 muertos producto de los combates, que manejaban las autoridades colombianas y la Defensoría del Pueblo, se deben agregar 13 personas muertas en el municipio de Teorama, en el Catatumbo, cuyos cuerpos fueron hallados el pasado lunes.
