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La noche del 6 al 7 enero celebran la Navidad 4 de las 15 iglesias ortodoxas: la rusa, la georgiana, la de Jerusalén y la serbia.
La Navidad es una de las fiestas cristianas más importantes, instaurada en honor del nacimiento del niño Jesús en Belén, y se celebra en muchos países del mundo. Solo difieren las fechas, que se explican únicamente por los distintos sistemas de cronología: calendarios gregoriano y juliano.
Es frecuente que se diga que la fiesta que se celebra el 7 de enero es la Navidad ortodoxa, y la que se celebra 13 días antes, el 25 de diciembre, es la Navidad católica. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Los católicos y protestantes que siguen el calendario gregoriano, así como algunas iglesias ortodoxas locales, conmemoran el nacimiento de Jesús a finales de diciembre, mientras que los cristianos que utilizan el calendario juliano lo festejan una semana después de Año Nuevo.
De este modo, la noche del 6 al 7 enero celebran la Navidad cuatro de las 15 iglesias ortodoxas: la rusa, la georgiana, la de Jerusalén y la serbia, así como los monasterios athonitas que viven según el calendario juliano, católicos de rito oriental (por ejemplo, la Iglesia greco-católica ucraniana) y algunos protestantes.
¿Por qué hay diferencias en los calendarios?
El calendario gregoriano, por el que actualmente se rige la mayoría de los países del mundo, incluida Rusia, fue introducido en 1582 por el papa Gregorio XIII. La reforma se explicó por el deseo de corregir la diferencia entre el tiempo astronómico y el del calendario. La cuestión es que el calendario juliano, introducido en el año 46 a. C., había acumulado un error importante en el siglo XVI: por cada 128 años había un día sin contar y, como resultado, en el siglo XVI una de las fiestas cristianas más importantes, la Pascua, ‘llegó’ antes de lo debido.
Por ello, en 1582 apareció en Europa un nuevo calendario, el gregoriano, mientras que en Rusia se siguió utilizando el calendario juliano. El calendario gregoriano se introdujo en el país eslavo en 1918, tras el derrocamiento del régimen zarista imperial, pero la Iglesia Ortodoxa Rusa no aprobó esta decisión y sigue utilizando el calendario juliano. En el siglo XXI la diferencia entre las fechas de los dos calendarios es de 13 días.
La celebración en la URSS
En la Unión Soviética se erradicaron las fiestas religiosas en la década de 1920. En 1935 se produjo una ruptura en la política estatal y se restablecieron las tradiciones navideñas como parte de la celebración laica del Año Nuevo el 1 de enero. Los regalos y las visitas a Ded Moroz (el Papá Noel ruso) pasaron a formar parte de las tradiciones de Año Nuevo y perdieron sus asociaciones navideñas originales. Al mismo tiempo, en la época soviética la dorada estrella de Belén en lo alto del árbol ‘navideño’ se sustituyó por una estrella roja.
A nivel estatal, las celebraciones se recuperaron después del colapso de la URSS en 1991, fecha en la que se declaró día festivo el 7 de enero.
¿Cómo se festeja en la Rusia actual?
Ahora, la Navidad forma parte de los días festivos que comienzan con el día de Año Nuevo. Antes de la fiesta, los creyentes guardan un estricto ayuno de 40 días, del 28 de noviembre al 6 de enero. La celebración tiene lugar la noche del 6 al 7 de enero: a medianoche comienza un oficio solemne en las iglesias. Cerca de los templos se instalan crespones con figuras de la Sagrada Familia, los Reyes Magos, ángeles y animales.
Tras el oficio solemne, los creyentes se reúnen en torno a la mesa de Navidad. Según la tradición, en la mesa se colocan 12 platos de ayuno, según el número de los apóstoles. Cada uno de los presentes debe comer al menos una cucharada de ‘sóchivo’, un plato tradicional de trigo hervido o arroz con miel, para una vida sana y próspera. Las personas suelen romper el ayuno con platos de carne y pescado.
Las celebraciones continúan hasta el 18 de enero, víspera de la Epifanía. Durante ese periodo, que se denomina ‘Sviátki‘, es costumbre visitar y ayudar a los necesitados. Además, en las localidades pequeñas se conserva la tradición de cantar villancicos (‘koliádki), canciones que glorifican a Cristo y la Navidad, con los que solían recorrer las calles deseando el bien y la alegría, recogiendo regalos en forma de dulces.
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