Tabla de contenido
El tráfico de sustancias ilícitas se hace por vía marítima, terrestre y aérea, desde Suramérica hasta Norteamérica.
La fugaz visita a Haití del presidente colombiano, Gustavo Petro, generó amargas críticas entre quienes recriminaron su salida del país en plena crisis humanitaria en el Catatumbo (que comprende parte del departamento del Norte de Santander, fronterizo con Venezuela). Sin embargo, ese viaje, más allá de la formalidad diplomática de “fortalecer las relaciones bilaterales”, guarda gran relación con la violencia de los últimos días en Colombia.
Petro ha defendido en sus redes el traslado al país caribeño con base en hechos conocidos desde hace décadas atrás: Haití, desde los tiempos del narcotraficante Pablo Escobar, ha sido un punto importante de recepción de drogas producidas en Colombia que tienen como destino final EE.UU., pasando por Florida, recoge Cocainenomics.
Si bien esta ruta no ha sido constante a lo largo de las décadas, en los últimos años, con la grave crisis política y social que aqueja al país caribeño tras el asesinato de su presidente, Jovenel Moïse, el tráfico de drogas ha aumentado.
“Nunca olviden este mapa”
En una interacción en X, el mandatario pidió “nunca” olvidar un mapa que adjuntó. Allí se ve un círculo amarillo donde está encerrada la región del Catatumbo, donde desde la semana pasada se han recrudecido los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el frente 33 de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“El campo de hoja de coca más cerca del círculo amarillo es el Catatumbo. Cuba ha sido una muralla para los traficantes, por eso debilitan Haití. La meta: la Florida en los EE.UU.”, escribió Petro.
Según manifestó, existe “una red multinacional que controla la muerte” en la región y que está dirigida desde Florida. “Las armas con que matan vienen desde allí. Un negocio redondo”, concluyó.
Nunca olviden este mapa. El campo de hoja de coca más cerca del circulo amarillo es el Catatumbo.Cuba ha sido una muralla para los traficantes, por eso debilitan Haití. La meta: la Florida en los EEUU.Una red multinacional controla la muerte en nuestros territorios y es… pic.twitter.com/LsCnH76mCd
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 24, 2025
Cifras en aumento
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) en su informe de 2023 sobre Colombia reveló que en el Norte de Santander se producen 30.000 toneladas, con especial concentración en el Catatumbo.
En total, en 2023, el país suramericano alcanzó 253.000 hectáreas de siembra de coca, 10 % más que en el año anterior.
El escrito recoge que las organizaciones criminales junto a las estructuras armadas participan en la producción y transformación de esa planta en pasta base, que se usa para fabricar la cocaína.
En 2023, refiere UNODC, se evidenciaron 43 centros poblados situados dentro de enclaves productivos, de los cuales uno tiene categoría de cabecera municipal, El Tarra, una de las zonas afectadas por la violencia de los días recientes.
En este documento queda en evidencia la relación de estructuras armadas como el ELN y las disidencias de las FARC con las organizaciones de crímenes transnacionales que trafican cocaína, y también genera disputas por el control de producción y la distribución, como está ocurriendo en la actualidad en el Catatumbo.
La ruta de la coca
La droga que sale de Colombia por la ruta del Catatumbo sigue por el Atlántico, en contenedores que viajan por vía marítima, en avión o incluso submarinos, recoge La Opinión.
Las sustancias ilícitas llegan a la región sur de Haití, cuya ubicación geográfica es idónea, por mar o por tierra. Allí se acopian los cargamentos y se define su distribución a otros países.
Posteriormente, la cocaína sigue a la vecina República Dominicana, de donde sale hacia destinos que la llevan al norte del continente, bien sea al golfo de México o a Florida, donde son recibidas por los miembros del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación.
El fracaso de la “lucha contra las drogas”
El Departamento de Estado de EE.UU. da cuenta de la insuficiencia de control fronterizo en Haití, lo que deja abiertos a las organizaciones traficantes los pasos fronterizos terrestres y marítimos que la comunican con República Dominicana.
“La tendencia del tráfico de drogas no ha cambiado. La cocaína procedente de Suramérica y la marihuana de Jamaica llegan a EE.UU.”, dice el Informe sobre la Estrategia Internacional de Fiscalización de Estupefacientes 2023.
En la revista colombiana Forum, citada por la Universidad Nacional de Colombia, se hace un repaso sobre el crecimiento del narcotráfico en Haití “y cómo EE.UU. lo utilizó discrecionalmente para derrocar a un presidente elegido de manera democrática“, con referencia a Jean-Bertrand Aristide, quien había implementado una lucha contra el tráfico de sustancias ilícitas.
En esta investigación también hay referencia a la constante presión de Washington sobre Haití en la supuesta lucha contra el narcotráfico. Este mecanismo, catalogado como de “dominación y exclusión“, se acentuó tras el terremoto en ese país con la presencia de cuerpos de operaciones especiales estadounidense.
“Haití es un eslabón más del circuito de las drogas ilícitas que obedece, en buena parte, a la demanda generada en EE.UU. y Europa”, se afirma en el escrito.
En opinión de los autores, si bien Haití ha hecho esfuerzos en materia antidrogas, que se han alineado a los de Washington, queda en evidencia, tal como en Colombia, el “fracaso” de la “guerra contra las drogas”, a la que catalogan como un “mecanismo de coerción, injerencia y desestabilización“.