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El mandatario aseguró que la infraestructura no afectará al medioambiente y calificó a los activistas de “farsantes”.
El Tren Maya, el polémico proyecto turístico que recorrerá el sureste de México, incluirá ahora un tramo de más de 70 kilómetros de vía elevada a través de la selva, anunció este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Se hizo el estudio de todo el tramo de Cancún a Tulum, que es la zona con cavernas y ríos subterráneos”, afirmó el mandatario, señalando que la infraestructura no afectará el medioambiente.
“De los 120 kilómetros de Cancún a Tulum, el 65 % va a ser viaducto” con el fin de proteger las cuevas y los ríos subterráneos de la zona, detalló López Obrador. “Incluso se construirá un puente atirantado de 80 metros para brincar una cueva”, agregó.
En cuanto al impacto que podría tener en el suelo los pilotes de cimentación de la vía elevada, el presidente aseguró que el efecto será “mínimo”, porque donde “va a entrar el pilote no hay nada que signifique afectar en un manto acuífero, una cueva, mucho menos un sitio arqueológico”.
López Obrador ha cambiado varias veces de opinión sobre el proyecto del Tren Maya, 1.500 kilómetros de vía que pretende transportar a los turistas por la península de Yucatán conectando puntos costeros con importantes ruinas arqueológicas, detalla AP.
¿Ambientalistas financiados por EE.UU.?
Inicialmente, el proyecto iba a discurrir por una línea elevada sobre la carretera costera, donde se encuentran la mayoría de los hoteles. Pero la oposición de los empresarios hoteleros llevó a cambiar el trazado por un tramo de más de 100 kilómetros a través de la selva entre los centros turísticos de Cancún y Tulum.
Los colectivos ecologistas rechazan el proyecto, argumentando que la construcción del viaducto destruirá o contaminará la red de cuevas y ríos subterráneos que rodean las turísticas localidades de Tulum y Playa del Carmen.
Al respecto, López Obrador calificó a los activistas de “farsantes” y “pseudoambientalistas corruptos que reciben dinero del Gobierno de EE.UU.”, a quienes “en realidad no les importa el medioambiente”, sino que simplemente quieren que su Administración no haga “nada”.
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Extraído de RT
