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Las evidencias arqueológicas fueron halladas en la gruta de Mandrin, Francia.
Antropólogos de Francia y EE.UU. realizaron un análisis funcional a más de 1.500 puntas de pedernal, en la cueva de Mandrin, Francia. Los hallazgos se realizaron en el mismo nivel arqueológico atribuido a la cultura neroniana, los humanos modernos en el continente europeo que ocuparon esta cueva, hace 54.000 años. Esto permitió ubicar la era del tiro con arco en Europa en más de 40.000 años antes de lo que se pensaba.
Debido a que las tecnologías de tiro con arco se basan en el uso de madera, fibras, cuero, resinas y tendones, que rara vez se conservan, se dificulta el reconocimiento arqueológico de estas. Sin embargo, a partir del análisis de armaduras de piedra (pedernal), el tiro con arco está bien documentado en África y se remonta a 70.000 años atrás. Por su parte, se ha establecido a partir del descubrimiento de los arcos y flechas encontrados en turberas de Stellmoor, Alemania, que esta tecnología data de entre 10.000 y 12.000 años atrás, en el Paleolítico superior europeo.
Solamente con arcos
El tamaño muy pequeño, y más precisamente el ancho pequeño de estas armaduras de pedernal, de las cuales un 30% pesa poco más de unos pocos gramos, les permitió excluir cualquier otro modo de propulsión balística para estas armas. “No podíamos arrojárselos a los animales de otra forma que no fuera con un arco porque eran demasiado pequeños y livianos para ser eficientes“, comentó Laure Metz, de la Universidad Aix Marseille, coautora del estudio, a AFP. “Tuvimos que usar este tipo de propulsión”, dijo. “La única forma en que funcionaba era con un arco”, subrayó Metz. Los resultados del análisis se publicaron el pasado miércoles en la revista Science Advances.