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El personal estadounidense gozará de exenciones equivalentes a las de los diplomáticos.
El gobierno ecuatoriano de Daniel Noboa ha generado una fuerte controversia al aprobar un cuestionado proyecto de seguridad que permite la presencia de una base militar de EE.UU. en las islas Galápagos, un territorio reconocido mundialmente por su biodiversidad y relevancia científica.
Según Primicias, el denominado ‘Proyecto de Seguridad Integral en la Región Insular’ y el ‘Instructivo para la aplicación de los acuerdos de cooperación entre Ecuador y EE.UU.’ establecen un marco de colaboración que podría dar lugar a una gran influencia de las fuerzas estadounidenses en el territorio.
El proyecto autoriza la construcción de “facilidades” adicionales en puertos y aeropuertos locales, así como la presencia de personal militar y civil estadounidense, que gozará de privilegios y exenciones equivalentes a los de los diplomáticos.
Por ejemplo, los uniformados estadounidenses quedarán exentos del pago de las tasas de las tarjetas de control de tránsito (20 dólares), así como el gravamen de ingreso por conservación de áreas naturales protegidas (100 dólares) y de la administrativa para permitir el acceso de vehículos.
“Uniforme y armas”
El personal estará autorizado a vestir su uniforme y portar armas cuando esté en servicio. También podrá estar temporalmente en ese territorio para “visitas de buques, entrenamiento, ejercicios, actividades humanitarias” y “actividades de cooperación frente retos de seguridad compartidos”.
EE.UU. tendrá el control disciplinario y penal sobre su personal en territorio ecuatoriano.
En el marco del acuerdo, las operaciones contra ‘Actividades Marítimas Transnacionales Ilícitas’ permitirán la intervención de fuerzas estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico, el tráfico de armas, la pesca ilegal y otros delitos del crimen organizado.
Estas acciones se desarrollarán por mar y aire, y estarán coordinadas con las autoridades ecuatorianas. Quito y Washington establecerán un programa conjunto que designe uniformados como ‘agentes a bordo en un buque’ de la la contraparte. Además, cualquier acción militar estadounidense dentro del mar ecuatoriano requerirá de una autorización expresa del Gobierno.
Por su parte, el Ministerio de Defensa contará con la facultad de autorizar y coordinar operaciones con aeronaves estadounidenses en el espacio aéreo nacional.
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