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Una investigación asegura que los materiales que se usan en las capacitaciones de diversidad, equidad e inclusión tienden a intensificar los prejuicios en lugar de combatirlos.
Un nuevo estudio reveló que los programas sobre diversidad, equidad e inclusión (DEI) que se imparten en algunas empresas y universidades de EE.UU. podrían tener un efecto contrario al que buscan, puesto que paradójicamente fomentan la hostilidad y las tensiones raciales, informó el lunes Fox News.
En la investigación, realizada por el Laboratorio de Percepción Social de la Universidad Rutgers y el Instituto de Investigación sobre Contagio de Redes (NCRI), se evaluó si los materiales que comúnmente forman parte en las capacitaciones DEI promueven la inclusión o, al contrario, intensifican los conflictos.
Los investigadores compararon el comportamiento de 423 participantes que estuvieron expuestos a textos relacionados con la raza, la religión y la casta, en un intento por comprender el impacto de estos materiales. En el caso del tema de la raza, los materiales que se emplearon incluían extractos de escritos de los académicos antirracistas Ibram X. Kendi y Robin DiAngelo.
Volverse hostil sin pruebas
Los autores del estudio explican que, si bien los materiales utilizados en la formación DEI “pretenden combatir los prejuicios”, existen algunas narrativas que pueden “generar un sesgo de atribución hostil y aumentar la sospecha racial, las actitudes prejuiciosas, la vigilancia autoritaria y el apoyo a conductas punitivas en ausencia de evidencia de una transgresión que merezca castigo”.
Por su parte, el director científico del NCRI, Joel Finkelstein, indica que se descubrió que, como resultado de estar sometidas a la ideología DEI, algunas personas se “vuelven hostiles sin ninguna indicación de que haya sucedido algo racista”. Asimismo, señala que las personas que están expuestas a “materiales antirracistas” son más propensas a “castigar cualquier evidencia de mala conducta”.
“Eso incluye protestar, pedir el despido, exigir disculpas públicas y recibir a personas que piden su reubicación”, precisa Finkelstein, quien recalca que estas iniciativas represivas ya “les están costando a las personas sus puestos de trabajo”.
Por otro lado, el estudio concluye que la capacitación sobre la antiislamofobia tuvo efectos similares a la capacitación antirracista. “Puede hacer que las personas supongan que se trata injustamente a los musulmanes, incluso cuando no hay pruebas de sesgo o injusticia”, aseguraron los investigadores.
Finkelstein advierte que se deben comenzar a analizar los efectos de las medidas DEI, añadiendo que su propuesta no tiene que “ver con la libertad de expresión”, sino con “los derechos civiles de las personas”. De acuerdo con una investigación de Pew Research Center, alrededor del 52 % de los trabajadores estadounidenses deben asistir a reuniones o capacitaciones DEI en el trabajo. La profesora Iris Bohnet indica que cada año se gastan aproximadamente 8 millones de dólares en dichos programas.