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La violencia ha recrudecido en el sureste mexicano.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) denunció agresiones y amenazas de desalojo en algunos de sus territorios en Chiapas, por parte de los cárteles que se disputan la zona.
“Hay presiones del llamado crimen organizado para que sean desalojados nuestras compañeras y compañeros“, afirmó el EZLN en un comunicado, en el que también responsabilizó a los gobiernos municipal y estatal.
El conflicto estalló cuando representantes de un poblado llamado Palestina, una localidad ubicada en el municipio de Ocosingo, llegaron a 6 de Octubre, una zona zapatista, y advirtieron que desalojarían a mujeres, ancianos, niños y hombres que viven ahí desde hace más de 30 años.
“El poblado 6 de Octubre había convivido en paz y armonía con las poblaciones de los alrededores, sin que hubiera roces o problemas”, aseguró el EZLN.
También explicó que el Gobierno de 6 de Octubre y la asamblea de colectivos de gobiernos autónomos zapatistas han insistido en el diálogo y el acuerdo con las autoridades comunales de Palestina.
“Pero ha sido en vano, esas autoridades (…) señalan que cuentan con el respaldo de las autoridades municipales de Ocosingo y del Gobierno del estado de Chiapas (…) y que tienen indicaciones de dichos malos gobiernos para otorgar a los agresores los papeles que acrediten su propiedad sobre las tierras despojadas”, acusó.
Tensión
Las amenazas, advierten los zapatistas, han subido de tono hasta incluir la presencia de personas con armas largas de alto poder, amenazas de violación a mujeres, quema de casas y robo de pertenencias, cosechas y animales.
“Las provocaciones no cesan”, señaló el EZLN, al informar que por el momento quedan suspendidos los encuentros de resistencia y rebeldía 2024-2025, que se realizarían en este territorio.
“Como debemos estar pendientes del deterioro de esta grave situación, suspenderemos toda comunicación e información sobre dichos encuentros y contemplaremos la cancelación de ellos debido a que no habría seguridad para los asistentes en ningún lugar de Chiapas”, expresó la organización.
Las denuncias zapatistas se suman a la violencia que padece Chiapas debido a la creciente presencia de cárteles que se disputan el control de una región en la que, además de cultivar y traficar sustancias ilícitas, se suman al secuestro y extorsión de migrantes y la explotación de recursos naturales.
