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“Si tenemos que elegir, siempre estaremos del lado de nuestra Rusia, no habrá otro camino”, subrayó el presidente de Bielorrusia.
El presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko, declaró este viernes en su discurso en el Consejo de la Federación (la Cámara Alta del Parlamento ruso) que, junto con su homólogo ruso, Vladímir Putin, se comprometieron a defender a “la patria común”.
Durante su intervención, Lukashenko en reiteradas ocasiones ha subrayado la estrecha unión entre Moscú y Minsk, enfatizando que, con arreglo a la propia voluntad del pueblo bielorruso, el país vecino de Rusia siempre estará con ella, ya que las dos naciones son las más cercanas y esta unión “está probada y demostrada por hechos reales”.

“Si vamos por separado, [los países occidentales] no van a preocuparse por formalidades con nosotros, por eso el presidente de Rusia y yo hemos acordado defender nuestra patria común”, aseveró el mandatario, esclareciendo que los dos países tienen una patria común, la URSS, por su pasado histórico común. “Tenemos una patria común, pero en territorio de esta patria común se formaron una docena y media de Estados independientes”, explicó, refiriéndose a los países que surgieron tras la disolución de la URSS.
Sobre el diálogo con EE.UU.
En la misma línea, Lukashenko aseguró que su país siempre estará con Rusia “en los momentos difíciles”. “Hemos visto que no debemos esperar un apoyo amistoso de Occidente, [ya que] más bien en cualquier momento nos pondrán la zancadilla y traicionarán sin pensarlo dos veces”, sostuvo.
Asimismo, agregó que, en el contexto de la reciente renovación del diálogo entre Moscú y Washington en cuanto a la resolución del conflicto ucraniano, tanto Bielorrusia como Rusia no deben dejar que nadie los engañe.
“[El presidente de EE.UU.] Donald Trump pasó por EE.UU. como una excavadora, y ocurrió lo increíble: este extraordinario hombre ganó [las elecciones presidenciales]”, recordó los hechos de noviembre del año pasado Lukashenko.
Al mismo tiempo, reiteró que EE.UU. todavía no dispone de un plan concreto sobre la crisis ucraniana. “Sí, Donald quiere poner fin a la guerra, gracias por ello. Pero debemos mantenernos firmes en nuestras posiciones, no debemos dejar que nadie nos empuje a un lado, nos mienta o engañe”, señaló.
“Rusia es nuestra prioridad”
Si bien Bielorrusia entabla relaciones políticas, económicas y culturales con varios actores internacionales como China o los países africanos y latinoamericanos, así como aspira a tener buenas relaciones con Europa y EE.UU., las relaciones con Rusia siguen siendo una prioridad para ella, recalcó Lukashenko.


“Hace muchos años dije que Bielorrusia no permitiría que nadie apuñalara por la espalda a su hermano mayor, el pueblo ruso. No cambiamos esta promesa ni siquiera hoy, defendiendo y protegiendo de forma fiable nuestra unión”, enfatizó el presidente.
“Nuestra prioridad siempre serán las estrechas relaciones con ustedes, con Rusia. Si tenemos que elegir, siempre estaremos del lado de nuestra Rusia, no habrá otro camino. Bielorrusia nunca dejará sola a Rusia, al igual que Rusia nunca dejará a nuestra Bielorrusia”, hizo hincapié, alegando que se trata de la voluntad del pueblo bielorruso de apoyar a su vecino más cercano.
Hablando de las relaciones de Moscú y Minsk en el ámbito militar, Lukashenko informó que la parte rusa les entregó armas nucleares tácticas, así como pronto se enviarán los misiles balísticos de alcance intermedio Oréshnik. En este contexto, el presidente reportó que su país lleva mucho tiempo fabricando lanzadores, mientras que Rusia produce los misiles. Por consiguiente, ahora las dos naciones tienen que decidir dónde se pueden desplegar los sistemas.
A inicios de diciembre, el presidente bielorruso solicitó a su homólogo ruso desplegar novedosos misiles Oréshnik en su territorio, y a finales de enero informó que el misil pronto será desplegado en Bielorrusia y posiblemente se ubicará en las cercanías de la ciudad rusa de Smolensk.