Publicado:
El presidente de Brasil ha hilado un discurso en el que ha mostrado todo su apoyo al acuerdo de libre comercio firmado este viernes con la Unión Europea.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, ha dicho este viernes durante su intervención en la Cumbre de jefes de Estado del Mercosur, que la organización tiene una “oportunidad histórica de liderar la transición energética”.
En referencia al tratado de libre comercio (TLC) firmado la mañana de este viernes entre Mercosur y la Unión Europea (UE), ha destacado que reunirá un área de 700 millones de personas y que todas las economías participantes juntas reunirán un PIB de 22 billones de dólares.
Lula ha puesto en valor los cambios realizados a la “inaceptable” propuesta de 2019 para llegar al actual acuerdo, que ha permitido preservar las compras públicas, alargar el calendario de apertura del mercado automotor, crear mecanismos para evitar la retirada unilateral de las concesiones alcanzadas en la mesa de negociaciones, asegurar nuevos mercados para las exportaciones y fortalecer los flujos de inversiones.
“La integración moderniza a nuestras sociedades, fortalece nuestras estructuras productivas y promueve nuestra inserción más competitiva en el mundo”, ha glosado el presidente brasileño.
Agricultura y responsabilidad ambiental
El mandatario también se ha referido a la “pujanza agrícola” de su país, que le convierte en “garantizador de la seguridad alimentaria de varios países del mundo, cumpliendo con rigurosos estándares sanitarios y ambientales”. “No aceptaremos que intentan difamar la reconocida calidad y seguridad de nuestros productos”, ha sostenido en referencia a la polémica desatada por el gigante francés de la distribución Carrefour.
“El Mercosur es un ejemplo de que es posible conciliar desarrollo económico con responsabilidad ambiental”, ha dicho Lula, justo antes de anunciar que Brasil va a proponer el lanzamiento de un programa de cooperación para la agricultura de bajo carbono y la promoción de exportaciones agrícolas sostenibles, “el Mercosur verde”.
También ha sostenido que el Mercosur tiene “una oportunidad histórica de liderar la transición energética” para enfrentar los desafíos que implica el cambio climático, como las inundaciones que ha sufrido Bolivia o las sequías severas, incendios y crecidas que enfrentan el resto de países de la región, con profundos impactos económicos, sociales y humanos.
“No hay alternativas al planeta Tierra”, ha dicho Lula para defender la necesidad de la “justicia climática” con “responsabilidades compartidas” entre todos los países, si bien “diferenciadas”.
Asimismo, ha defendido que “un Mercosur fuerte y unido es un Mercosur interconectado con Sudamérica y con los grandes temas de la agenda global” y que es necesario corregir la “baja representación” de la región en la ONU y en las organizaciones de Bretton Woods.
El presidente brasileño ha defendido un modelo de integración que suponga promover la igualdad de género, la lucha contra el racismo y fomentar la educación y la justicia social, que “no son gastos”, ha dicho, “sino inversiones en el potencial humano de nuestros países” para reducir las desigualdades “dentro y entre los países” y ha lanzado su apuesta por el crecimiento sostenible mientras se protegen los derechos humanos y el Estado democrático de derecho.
