El presidente de Francia, Emmanuel Macron, plantea la idea de utilizar la disuasión nuclear de su país para proteger a Europa frente a Rusia.
“Nuestra disuasión nuclear nos protege, es francesa de principio a fin (…) He abierto el debate estratégico de la protección con la disuasión nuclear de nuestros aliados. La decisión última de su utilización estará siempre en manos del presidente de la República”, dijo Macron este miércoles en un discurso televisado.
Ha enfatizado que Europa debe potenciar su defensa ante el aumento de lo que llamó “la amenaza de Rusia” y las dudas sobre el compromiso de Estados Unidos con la seguridad del continente.
Refiriéndose al posicionamiento del inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania, Macron ha resaltado que “Estados Unidos, nuestro aliado, ha cambiado de posición en la guerra”.
Por ello, ha proseguido, Europa debe “continuar a ayudar a los ucranianos a resistir hasta que puedan negociar con Rusia una paz sólida”.
En el mismo sentido, ha enfatizado que “el futuro de Europa no puede ser decidido en Washington o Moscú”.
Francia es el único país de la Unión Europea con capacidad nuclear autónoma y, por tanto, capaz de lanzar misiles con ojivas atómicas de producción propia sin necesidad de contar con Estados Unidos, como sucede en el caso de Reino Unido y otros países de la UE que almacenan bombas nucleares estadounidenses.
En fechas recientes, París ha manifestado su disposición a utilizar su capacidad de disuasión nuclear para ayudar a proteger a Europa. Según revelaciones, esto responde a las voces dentro de Francia que urgen la necesidad de una mayor independencia estratégica del continente frente a Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump.
Estratégicamente, Europa ha apoyado durante mucho tiempo su arquitectura de seguridad y defensa en los estadounidenses, lo que le da a Estados Unidos una influencia considerable. No obstante, parece que las amenazas de Donald Trump sobre la financiación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la perspectiva de un acuerdo de paz con Rusia, así como el corte de la ayuda estadounidense a Ucrania, han suscitado preocupaciones entre los europeos.
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