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Los sindicatos de médicos reconocen que hay falta de sanitarios en algunas especialidades. Entretanto, pacientes se preguntan por qué traer médicos de fuera y no evitar la fuga de talento nacional.
España atraviesa por una crisis en su sistema de sanidad pública, que ha venido deteriorándose. Por un lado, la población se queja de la atención primaria y denuncia falta de personal médico, y es que, en algunas regiones, las personas tienen que esperar casi dos semanas para ser atendidas por el especialista de cabecera.
Por otro lado, los profesionales de la salud ponen de relieve el elevado número de pacientes que tienen que atender a diario. En algunos centros sanitarios, la presión asistencial llega a la cifra récord de 40 pacientes vistos al día. A esto se suman los bajos salarios en comparación con su entorno.
“España está a la cola en cuanto a retribuciones. Nos encontramos que hay países como Dinamarca o Noruega que forman parte del mercado europeo donde están pagando tres o cuatro veces más respecto a las retribuciones que se pagan aquí”, afirma Ángela Hernández, secretaria general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts).
A esta polémica se sumó el anuncio en octubre pasado del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, sobre la aprobación de una reforma para agilizar la homologación de títulos académicos de migrantes que residan en el país, así como la implementación de un nuevo programa de migración laboral para facilitar las contrataciones en origen con países como Mauritania, Gambia, Senegal o Guatemala.
Esta noticia causó una reacción inmediata entre la ciudadanía. Hay quienes piensan que la importación de mano de obra barata tirará abajo los sueldos, mientras que otros vaticinan que los médicos y los albañiles tendrán el mismo salario. Además, hay quienes dudan de la formación profesional de los médicos africanos. Entretanto, usuarios de centros de salud de la capital española se preguntan por qué traer médicos de fuera y no evitar la fuga de talento nacional.
Los sindicatos de médicos reconocen que hay falta de sanitarios en algunas especialidades. Paradójicamente, España es el país del mundo con más facultades de medicina por habitante de acuerdo con Amyts, el mayor sindicato del sector. Mientras, miles de doctores extracomunitarios no pueden ejercer su profesión. En total son 50.000 los médicos que están atrapados en laberintos burocráticos.
La salida de médicos extracomunitarios de sus propios países ha hecho que estas naciones pierdan a estos profesionales porque se marchan a buscar mejores oportunidades, igual que ocurre con cientos de doctores españoles todos los años.
