En diciembre, el gobierno de Panamá busca reformar la Caja de Seguro Social, mientras que los trabajadores buscan volver a un sistema solidario de pensiones.
El mes de diciembre se ha convertido en una medición de fuerzas entre las intenciones del gobierno panameño por introducir reformas a la Caja de Seguro Social y el reclamo de los trabajadores organizados por retornar a un sistema solidario de pensiones.
El consenso que sugirió el Ejecutivo al presentar las reformas a la Ley Orgánica de la Caja de Seguro Social (CSS) parece haberse esfumado después de 3 semanas de consultas ciudadanas como parte del primer debate parlamentario, donde cientos de panameños han desplegado sus argumentos para oponerse a la iniciativa.
Es que desde distintos sectores identifican intereses particulares, solapados detrás de medidas como el incremento en la edad de jubilación, la condonación de deudas millonarias con la institución o la promoción de cuentas individuales sobre los aportes solidarios.
Las acciones de rechazo al proyecto de Ley 163 se incrementaron durante esta semana con un conjunto de protestas pacíficas, como la convocatoria a una marcha por parte de trabajadores organizados hacia la Asamblea Nacional este jueves 5 de diciembre.
Aunque el propio presidente haya sido tajante en mantener una posición rígida frente a la intensidad en las manifestaciones y advirtiendo que en pocos meses disminuirá un porcentaje de las pensiones, de no aprobarse sus reformas antes de este 31 diciembre.
El próximo martes debería reanudarse el proceso de consultas ciudadanas en la Asamblea Nacional, antes de la gira interprovincial que tendrán los diputados, al mismo tiempo que los movimientos sociales hacen llamados a nuevas acciones durante la semana entrante.
John Alonso, Ciudad de Panamá.
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