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La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, declaró previamente que para su país y “para el mundo entero sigue siendo golfo de México”.
Donald Trump afirmó este sábado que las autoridades mexicanas estaban “encantadas” de conocer sus planes de cambiar el nombre del golfo de México por el de golfo de América.
“Estamos renombrando el golfo de México en golfo de América, ¿y saben qué? México estaba encantado cuando se enteró. Dijeron: ‘Esto es genial'”, declaró el mandatario estadounidense ante una multitud durante una visita a la ciudad de Las Vegas, en Nevada.
Tras la toma de posesión como 47.º presidente de EE.UU., Trump emitió un decreto que ordena que se cambie oficialmente el nombre del golfo de México por el de golfo de América. El Departamento del Interior anunció este viernes que “siguiendo las instrucciones del presidente, el golfo de México pasará a llamarse oficialmente golfo de América”. “Al reconocer la perdurable contribución de la bahía a la fortaleza económica y la vitalidad de Estados Unidos, la directiva del presidente Trump reafirma su importancia central para el país rebautizándola oficialmente como golfo de América”, concluye el documento.
Con respecto al decreto de Trump, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aclaró este martes que la medida abarca solamente a la plataforma continental de EE.UU. “Para nosotros y para el mundo entero sigue siendo golfo de México, por eso es importante que se vea lo que dice el decreto. Siempre hay que actuar con respecto a lo que está escrito”, dijo. Previamente, señaló que “obviamente el golfo de México es reconocido por un organismo de Naciones Unidas”. “Pero ¿por qué no le llamamos ‘América mexicana’? Se oye bonito, ¿no?”, ironizó.
- El golfo en sí permaneció sin nombre hasta principios de la década de 1540, considerándose parte del océano Atlántico o ‘mar del Norte’. El nombre español que se le aplicaba con más frecuencia era ‘seno mexicano’. Ocasionalmente se le denominaba también en mapas y documentos ‘golfo de Nueva España’ o ‘golfo de México’. Durante más de siglo y medio tras su descubrimiento, siguió siendo un ‘mar español’ sacrosanto, vedado a otras naciones. Exploradores como Juan de Grijalva y Hernán Cortés consolidaron la influencia española en la región, lo que se reflejó en los mapas de la época. Así, el mapa de Ortelius de 1584 y el de De Bry de 1591 ya utilizaban el término ‘golfo de México’.
