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Un portavoz de los cascos azules ofreció detalles sobre los heridos y daños en los puestos del contingente de paz, así como la propuesta israelí de replegarse.
La ofensiva israelí en el sur del Líbano puede descontrolarse pronto “y se está convirtiendo en un conflicto regional con impacto desastroso para todos”, valoró el portavoz de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano, Andrea Tenenti, en una entrevista con AFP este sábado. A su juicio, la responsabilidad de la escalada es tanto de las partes beligerantes como de la comunidad internacional.
Cinco efectivos de este contingente de paz internacional se encuentran entre los heridos a causa de los ataques de Israel, mientras que los puestos de guardia estacionados al sur del Líbano recibieron “muchos daños”. Uno de los impactos lesionó a dos soldados de Sri Lanka. Al respecto, el jefe del Estado Mayor General del Ejército de Irlanda, que también tiene a su personal allí, Sean Clancy, dijo que “no fue un acto accidental”, sino una “violación flagrante”.
La noche del viernes, Tenenti informó que el cuartel de los cascos azules ghaneses recibió un impacto externo y la explosión “fue tan fuerte que destruyó gravemente algunos de los contenedores que se encontraban en el interior”.
El vocero reveló que Israel había pedido a la Fuerza Provisional que se replegaran “hasta cinco kilómetros de la Línea Azul”, que es una demarcación establecida por la ONU en 2000 para determinar si Israel se había retirado del Líbano. Las fuerzas de paz se negaron y se quedan en sus 29 puestos próximos a la frontera sur libanesa.
“Hubo una decisión unánime de quedarse porque es importante que la bandera de la ONU siga ondeando en esta región y poder informar al Consejo de Seguridad”, afirmó.