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No fue hasta los 49 años que descubrió por casualidad que no guardaba vínculos genéticos con su familia, en la que tuvo una infancia difícil.
Una residente del estado estadounidense de Texas ha demandado al hospital donde nació en 1975 tras descubrir accidentalmente que no tenía vínculos de sangre con su familia, lo que le llevó a la conclusión de que fue cambiada por otra niña en la maternidad, informó CBS News.
Melissa Brewton, de 49 años, reveló que su infancia fue difícil. Su madre tenía tres trabajos, por lo que de pequeña casi siempre estaba sola, y su tío y otro miembro de la familia le hicieron “cosas horribles”. “Nunca le desearía esa infancia a nadie”, afirmó.
Años después, cuando su hija adulta decidió hacerse una prueba de ADN para averiguar a qué grupo étnico pertenecían sus antepasados, Melissa descubrió que todo esto se podría haber evitado. Para su sorpresa, la prueba reveló que Melissa tenía una hermana que se le parecía físicamente, a juzgar por las fotografías.
A continuación, Melissa se puso en contacto con su nueva pariente, pensando que se trataba de otra hija de su padre. Esta le dijo que tenía una hermana emparentada con la familia Brewton por ADN. También resultó que había nacido en el mismo hospital que Melissa, el Grapevine Memorial, pero un día antes. Todas estas circunstancias sugerían que hubo alguna confusión en la maternidad y que las niñas habían ido a parar a familias distintas.
Un caso enrevesado
El año pasado Melissa conoció al que considera su padre biológico, que describió como “un hombre increíble, increíble y cariñoso y atento”, a diferencia de los miembros de la familia con los que creció. A su madre biológica no pudo conocerla porque murió en 2019. “Enojo, tristeza, alegría, muchísimos sentimientos diferentes” fueron los que la impulsaron a demandar a Baylor Scott & White, el sistema hospitalario que adquirió el hospital Grapevine Memorial pocos años después de su nacimiento.
La demanda se complica por el hecho de que en 1975 las autoridades de Texas promulgaron una restricción que imponía un plazo de prescripción de dos años en todos los casos de negligencia médica. Sin embargo, como la ley no entró en vigor hasta un mes después del nacimiento de las mujeres, el abogado de Melissa cree que su clienta tiene motivos para presentar una demanda. Y pese a que Baylor Scott & White insiste en que la empresa no empezó a gestionar el centro hasta 1981, el abogado considera que tiene el pasivo del hospital adquirido.