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Miembros de la Administración del presidente de EE.UU. están preocupados por la rapidez de la toma de decisiones del jefe del DOGE y temen posibles desacuerdos entre Musk y el mandatario.
Entre los miembros de la nueva Administración estadounidense empezó a surgir una división respecto a la actividad de Elon Musk como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), informa Wired, citando a asesores del círculo cercano de Donald Trump.
Según estas fuentes, apenas dos semanas y media después de la toma de posesión presidencial, la actitud de algunos de los aliados de Trump hacia Musk ha cambiado radicalmente, pasando de la admiración y el apoyo a la irritación. Mientras tanto, el propio mandatario mantiene buenas relaciones con el magnate y confía en él.
El medio indica que la opinión de los miembros del equipo del nuevo presidente estadounidense está dividida entre los que temen un posible conflicto en la Administración, los que quieren beneficiarse de una posible destitución de Musk y los que esperan que todas las diferencias sean resueltas por la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susan Wiles.
El primer motivo de preocupación es el gran número de decisiones del DOGE y la rapidez con la que se toman. “Cuando el proceso va tan rápido, desde personas de fuera extremas, la comunicación está destinada a ser un desastre“, manifestó Matthew Bartlett, exfuncionario del Departamento de Estado en el primer mandato de Trump. Las fuentes advierten que a Musk y sus inexpertos colaboradores les dieron un poder significativo, al recibir acceso a algunos de los sistemas federales más sensibles y el control sobre múltiples agencias gubernamentales, lo que podría acabar en desacuerdos con el rumbo del propio Trump.
Asimismo, otras personas consultadas dijeron que no les sorprendería que se produzca una escisión, ya que muchos pretenden mantenerse al margen sin implicarse en el conflicto. “Voy a mantenerme fuera del espacio entre el hombre más rico del mundo y el hombre más poderoso del mundo”, afirmó una de las fuentes.
Al mismo tiempo, otros miembros de la nueva Administración expresaron su esperanza de que Susan Wiles logre controlar a Musk. “En parte, tiene que encontrar el equilibrio entre ser la guardiana del presidente y el hecho de que Musk actúe de manera poco convencional en muchas de estas cosas […] Creo que es muy inteligente y muy talentosa, y muy leal al presidente Trump, por lo que pensará en cómo navegar mejor“, valoró un funcionario republicano.