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El acusado relató que él no era conocedor de los detalles de la contratación de los 17 becarios que se encuentran en el centro de la investigación.
El artista y promotor musical español Nacho Cano ha declarado este lunes en los juzgados de Madrid, al ser acusado de un delito contra los trabajadores y de favorecer la inmigración ilegal por el caso que involucra a supuestos becarios traídos irregularmente desde México para participar en su musical ‘Malinche’.
Durante casi dos horas el músico declaró que no conocía los detalles de la contratación de becarios porque él dirige la parte artística y esas labores competen a otras personas de su equipo, según recoge El Confidencial.
Cano estaba citado junto con otros tres directivos del musical, investigados por los mismos delitos desde el mes de julio: Susana Jové, Roxana Gabriela García y Cristina Carmiñe. “Voy a hacer aquí el paripé [simulación] un ratito y luego cuando salga, os cuento”, dijo a los medios antes de entrar a declarar.
¿Cómo arrancó el caso?
El hecho se inició mediáticamente el 9 de julio del año pasado, cuando el excomponente del afamado grupo musical Mecano fue detenido por la Policía, acusado de un delito contra los derechos de los trabajadores extranjeros y de favorecer la inmigración irregular en el marco de una investigación que se había iniciado en enero de ese año tras la denuncia de de una de las becarias, Leslie Guadalupe Ochoa.
Nacho Cano a su llegada a los juzgados de Plaza de Castilla: “Hablo con vosotros luego. Voy a hacer aquí el paripé un ratito y cuando salga os cuento”.El artista está acusado de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores”#LaHora13Epic.twitter.com/hlQhIfkhwS
— La Hora de La 1 (@LaHoraTVE) January 13, 2025
Las indagaciones policiales habían concluido que los bailarines traídos de México habían sido aleccionados para entrar en España en diciembre de 2023 haciéndose pasar por turistas y para desconocer que se encontraban en una situación irregular después de que se les denegara el visado de estudios tramitado por los responsables del espectáculo musical.
¿Qué hechos se investigan?
Se indaga cómo llegaron 17 becarios mexicanos a actuar en el espectáculo ‘Malinche’ sin tener visado de estudios ni contrato de trabajo, sin estar dados de alta en la Seguridad Social y con los visados de turistas caducados hacía meses. Además, se investigan las condiciones en las que desempeñaban ese trabajo, por si hubieran sido abusivas.
El informe de una inspectora de Trabajo concluyó, en junio, que se encontraban realizando prácticas no laborales al amparo de una beca para completar una formación no reglada ni incluida en el sistema educativo español.
Precisamente, que no fuera una educación reglada ni oficial propició que la Delegación del Gobierno de Madrid les denegara las visas estudiantiles y motivó que la Policía no los considerara así, sino como empleados que estaban trabajando ilegalmente tras haber ingresado al país en carácter de turistas.
Durante el juicio se debe determinar si existió un intento voluntario de engañar a las autoridades. Se cuenta con mensajes de Whatsapp* donde se les explica a los supuestos estudiantes cómo hacerse pasar por turistas en el aeropuerto y se les llegó a comprar un billete de avión de ida y vuelta, esta última no utilizada y sin intención de que sea usada, habida cuenta de la duración de la presunta formación.
También se deberá aclarar cuáles eran sus condiciones, si eran las previamente acordadas y si vulneraban o no el estatuto de los trabajadores y las leyes laborales vigentes.
¿Cómo avanza la investigación?
Durante el 8 y 9 de enero declararon en el juzgado como testigos los policías responsables del atestado que se abrió tras la denuncia de Ochoa, que dio inicio al caso. Aseveraron que existía una relación laboral y que los supuestos becarios eran “explotados”, con jornadas que se prolongaban en ocasiones desde las 7 de la mañana hasta las 12 de la noche de lunes a jueves, a cambio de 500 euros, alojamiento en un hostal y una dieta de 10 euros al día.
También hablaron dos testigos que pasaron a ser investigados: David Hatchwell, productor ejecutivo del musical ‘Malinche’ y administrador del hotel en el que se hospedaban los becarios; y Javier Alfonso Muñoz, director de la escuela Jana Producciones, donde supuestamente se realizaban los estudios. La magistrada considera que ambos podrían haber participado en la simulación de que los becarios tenían una relación de formación en vez de laboral con ‘Malinche’.
La errática defensa de Cano
La defensa, por su parte, sostiene que se trataba de becarios que participaban en un programa de formación y que desarrollaban prácticas no laborales. Durante todo este tiempo, Cano ha intentado mostrarse como víctima de una conspiración, propiciada por el hecho de que es amigo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso.
Así, el mismo 9 de julio, nada más salir de la comisaría tras ser detenido, el productor musical convocó una rueda de prensa en la que cargó contra policías y políticos, en la que trató de explicar la situación legal de sus supuestos becarios.
Desde entonces Cano ha visitado numerosos platós de televisión y ha presentado sucesivamente recursos y escritos que han sido desestimados. Así, ha denunciado a la denunciante, por amenazas; a los policías que le han investigado, por coacciones, falsedad documental y detención ilegal; y a la propia jueza que instruye el caso, por prevaricación.
*Perteneciente a Meta, calificada en Rusia como organización extremista, cuyas redes sociales están prohibidas en su territorio.
