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El ataque contra el expresidente fue perpetrado el domingo en su club de golf de West Palm Beach.
El Servicio Secreto ha reconocido que no revisó el perímetro del club de golf de Donald Trump en West Palm Beach (Florida, EE.UU.) el domingo, cuando ocurrió un posible intento de asesinato contra el político.
“La decisión plantea más preguntas sobre si el Servicio Secreto tiene los recursos y la capacidad para desempeñar adecuadamente sus funciones durante un momento de creciente violencia y una campaña única entre una vicepresidenta en funciones y un expresidente”, señala un artículo reciente de The New York Times.
De acuerdo con los datos del FBI, el sospechoso del ataque, Ryan Wesley Routh, pasó casi 12 horas cerca del campo de golf antes de encontrar la oportunidad de apuntar hacia Trump. Tal hecho despertó serias dudas sobre la aptitud del Servicio Secreto para garantizar la seguridad de los presidentes actuales y anteriores, así como de sus familias.
“Me preocupan mucho los informes de que el sospechoso supuestamente estuvo entre los arbustos durante 11 horas“, comentó Beth Celestini, una exagente que protegió a Barack Obama. “El Servicio Secreto tiene protocolos que, de haberse puesto en práctica, deberían haber descubierto a este sospechoso antes del incidente”, indicó.
Sus palabras fueron apoyadas por Ronald Layton, un veterano de 26 años de la agencia que se preguntó si “¿fue solo suerte que atraparon a este tipo o tenían los mecanismos apropiados establecidos para este tipo de cosas en el espectro de amenazas?”.
“Ni siquiera debía ir allí”
A la hora de exponer la situación, Ronald L. Rowe Jr., director interino del Servicio Secreto, afirmó que en la agenda oficial de Donald Trump no constaba que el político iba a presentarse en el club ese día. “El presidente ni siquiera debía ir allí”, dijo, sin precisar si debido a este factor los agentes no tuvieron tiempo para inspeccionar el campo de golf.
De acuerdo con el medio, las nuevas revelaciones son “un reconocimiento que ha puesto a la asediada agencia bajo un renovado escrutinio dos meses después de un episodio similar en Pensilvania“, cuando Trump recibió un disparo en la oreja durante un mitin.
- El 15 de septiembre, los agentes del Servicio Secreto comenzaron a disparar contra el presunto atacante cuando uno de ellos detectó el cañón de un rifle que sobresalía de una valla en el campo de golf en el que se encontraba Trump con sus amigos. El sospechoso, Ryan Wesley Routh, trató de huir del lugar, pero pudo ser detenido gracias a que un testigo hizo una foto de su coche. El incidente se produjo cerca del límite de la propiedad del club del exmandatario estadounidense. El presunto autor del posible ataque estaba escondido entre los arbustos, a unos 400 o 500 metros de Trump.
