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Se trata de un Boeing 767 de 20 años de antigüedad, que fue sometido a importantes y costosas renovaciones.
El ex primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu, actual líder del partido Likud, quiere que la controvertida versión israelí del Air Force One, el avión presidencial de EE.UU., vuelva a alzar el vuelo si consigue recuperar el cargo.
La aeronave, bautizada como ‘Alas de Sión’, nunca ha sido usada por ningún líder del país, y el actual primer ministro, Yair Lapid, planeó eliminar todos los mecanismos militares de los que dispone para poder venderla y darle un uso civil. Sin embargo, al final solo se le desinstaló un sistema de defensa antimisiles y además, antes de transformarlo en un avión de uso civil, es necesario solucionar algunos “problemas burocráticos”, informan medios israelíes.
¿Cómo es el avión y por qué genera controversia?
El Alas de Sión es un Boeing 767 fabricado hace 20 años que fue sometido a notables renovaciones. En su interior cuenta con una oficina privada para el primer ministro, un dormitorio con baño y ducha, una cocina completamente equipada, una sala de reuniones y un espacio denominado ‘sala de guerra’.
El coste del proyecto se situó en aproximadamente unos 750 millones de nuevos séqueles (unos 216 millones de dólares). El equipamiento de la aeronave, destinada al uso de los jefes de Estado israelíes para asuntos oficiales, tomó años de trabajo.
No obstante, una vez que el avión recibió la aprobación final para su despegue, el Ministerio de Defensa comunicó en mayo que el Boeing se almacenaría de manera temporal. Previamente, el contralor estatal Matanyahu Englman había emitido un informe señalando que volar en el Alas de Sión costaba prácticamente el doble de lo que costaba alquilar un avión privado.
Además, Englman indicó que la aeronave tiene capacidad para transportar a entre 100 y 120 personas, mientras que de media los vuelos del primer ministro constan solo de 61 integrantes. Tras su informe, Lapid anunció la venta del avión que, según dijo, “representa todo lo que estaba corrupto y roto en el Gobierno de Netanyahu”.