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Los enfrentamientos en el Estado han dejado un saldo de 31 personas asesinadas.
El comandante de la Tercera Región Militar de México, Francisco Jesús Leana Ojeda, reconoció que el fin de la oleada de violencia que padece el estado de Sinaloa desde la semana pasada, y que ya dejó una treintena de muertos, depende de los grupos del crimen organizado.
“No depende de nosotros, depende de los grupos antagónicos, que dejen de hacer su confrontación entre ellos dejando a la población en paz para que vivan en tranquilidad”, afirmó el militar en una conferencia de prensa que se llevó a cabo en medio de una fuerte expectativa ante la crisis de seguridad que padece Sinaloa.
Leana Ojeda, máximo jefe militar del estado, fue cuestionado sobre cuándo se terminará la violencia. “Esperamos que sea lo más rápidamente posible”, afirmó, aunque enseguida asumió la impotencia de las fuerzas armadas y de seguridad.
Entonces un periodista le preguntó directamente si la seguridad dependía de los “grupos delincuenciales”, a lo que el militar respondió de modo afirmativo, sin mencionar jamás al Cártel de Sinaloa por su su nombre.
“Depende de ellos, son los que quieren hacer las agresiones y son los que están cobrando vidas, nosotros no, al contrario, estamos acá para evitar esas confrontaciones y esas pérdidas de vidas”, dijo.
Por otra parte, reveló que, desde que estalló la violencia el pasado 9 de septiembre, se han registrado 29 enfrentamientos, de los cuales 13 han sido agresiones directas contra militares y de la Guardia Nacional, que dejaron un saldo de dos soldados muertos y tres militares heridos.
La fiscalía de Sinaloa, Claudia Sánchez Kondo, ya había revelado que, en ocho días de violencia, se registraron 32 muertes y 37 secuestros, pero los enfrentamientos continúan en medio de la zozobra de la población que prácticamente no puede salir de sus casas.
¿Qué pasó?
En este estado nació y manda el Cártel de Sinaloa, la organización criminal más poderosa de México y una de las más grandes de América Latina. Hasta hace unos meses, sufría una dura pelea interna entre Ismael ‘El Mayo’ Zambada y ‘Los Chapitos’, los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien ya fue condenado a cadena perpetua en EE.UU.
A fines de junio, en un confuso operativo que las autoridades estadounidenses todavía no han aclarado por completo, ‘El Mayo’ fue detenido en un aeropuerto de Texas junto con Joaquín Guzmán López, uno de ‘Los Chapitos’. El Gobierno mexicano no participó en ningún sentido y se enteró con los hechos ya consumados.
Después de la sorpresa inicial, se extendió la versión, todavía no comprobada, de que Guzmán López habría secuestrado, con el apoyo de agentes de EE.UU., a Zambada, como parte de las disputas en el Cártel de Sinaloa; a cambio, el propio Guzmán López y su hermano, Ovidio Guzmán, serían acogidos como testigos protegidos.
Desde entonces, se temió una crisis de violencia en Sinaloa que finalmente estalló la semana pasada entre ‘Los Chapitos’ y ‘Los Mayitos’, las principales fracciones que disputan el control del cártel.