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El mandatario de Colombia ha criticado duramente el enfoque migratorio de Washington.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, comparó este miércoles las deportaciones masivas que adelanta el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, con el traslado de prisioneros judíos, comunistas y socialistas a campos de concentración, que en su día emprendieron los nazis.
“Hay una serie de lecciones que hay que aprender de ellos (EE.UU.) y de los otros. De ellos, supongo, que no tienen que sacar esposadas a las personas que desean sacar de su propio país. Allá habrá una discusión política sobre si, por ejemplo, no están repitiendo el mismo error de los alemanes en 1943, porque usaban los trenes y las líneas férreas para llevar en los trenes vagones enteros repletos de judíos, socialistas y comunistas, para el campo de concentración”, consideró el mandatario en una alocución.
En ese orden valoró que dicho “uso de dinero, recursos, tiempo y energía, les hizo perder la guerra (la II Guerra Mundial) con los soviéticos”.
Así, continuando con la comparación, estimó que Washington enfrentará elevados costos económicos elevados ante su decisión de expulsar a personas con situación migratoria irregular.
“Aquí, me pongo a pensar: todo ese costo de las obras de construcción en EE.UU., de las empresas en EE.UU. paradas, de las calles sin barrer […], de la agricultura que se queda sin labradores […], más el costo de los aviones […] para transportar millones y millones de inmigrantes […]; todo ese costo, ¿va a impulsar la economía de los EE.UU. o la va a detener? Eso no se preguntó el Gobierno alemán de 1943 y fracasó“, completó.
Política inhumana y criminalizante
El jefe de Estado colombiano se ha erigido como una de las voces regionales más críticas de la política migratoria de la Casa Blanca, al considerar que es violatoria de los derechos humanos fundamentales, al tiempo que criminaliza y estigmatiza a los inmigrantes.
El pasado 26 de enero, protagonizó una diatriba diplomática directa con Trump, al negarse a recibir a ciudadanos colombianos tachados de “criminales” por el dignatario norteamericano y repatriados en un avión militar con esposas en manos y pies.
Frente a esto, el presidente estadounidense impuso aranceles sobre las mercancías colombianas y amenazó con otras sanciones, y Petro respondió al desafío con una medida recíproca. Finalmente, el ‘impasse’ se resolvió por canales diplomáticos, pero el Gobierno estadounidense se vio forzado a deportar a los colombianos en condiciones dignas, tal como lo había solicitado Bogotá.
