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La vicepresidenta afirmó que su condena es contra “un modelo de desarrollo económico y de reconocimiento de los derechos del pueblo”.
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, descartó ir por la presidencia en los próximos comicios, tras ser condenada este martes a seis años de prisión por “administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública”.
“Mi nombre no va a estar en ninguna boleta. Me vuelvo el 10 de diciembre a la misma casa de donde salí para acompañar a mi compañero (Néstor Kirchner)”, dijo la vicepresidenta, descartando así cualquier postulación a un cargo público en las elecciones generales del próximo año.
“No voy a someter a la fuerza política que me dio el honor de ser dos veces presidenta y una vicepresidenta a que la maltraten en período electoral por una candidata condenada, con inhabilitación perpetua, por administración fraudulenta”, expresó Fernández de Kirchner tras darse a conocer su sentencia.
Causa judicial
El Tribunal Oral Federal número 2 conformado por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, condenó a la vicepresidenta a seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos.
En este juicio, la también expresidenta fue acusada de haber encabezado una asociación ilícita que durante sus dos gobiernos (2007-2015) y el de su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner (2003-2007), direccionó millonarios fondos de obras públicas en favor del empresario Lázaro Báez, quien, según la imputación, luego se los devolvía como sobornos simulados en el pago de alquileres.
Defensa de Fernández de Kirchner
En un mensaje de poco más de una hora, Fernández de Kirchner expuso la serie de arbitrariedades del proceso.
“Lo vimos este fin de semana cuando se filtró la noticia de un viaje secreto de jueces y fiscales de renombre a Lago Escondido (propiedad del magnate británico Joe Lewis en la Patagonia) financiado supuestamente por un multimedio”, señaló en referencia al Grupo Clarín.
En el viaje privado participaron los jueces federales Pablo Yadarola, Carlos Mahiques, Julián Ercolini y Pablo Cayssials, además del ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro; el jefe de los fiscales capitalinos, Juan Bautista; y dos exfuncionarios de la Agencia Federal de Inteligencia, Leo Bergroth y Tomás Reinke.
Esta comitiva de jueces, funcionarios y exservidores públicos estaba encabezada por los altos directivos de Clarín, Jorge Rendo y Pablo Casey.
En este marco, Fernández de Kirchner manifestó: “Me condenan porque condenan un modelo de desarrollo económico y de reconocimiento de los derechos del pueblo. La condena no son los seis años o la cárcel, sino la inhabilitación perpetua a ejercer cargos políticos electivos, cuando todos los cargos a los que accedí fueron por el voto popular”.
“Esto no es ni ‘lawfare’ (guerra jurídica) ni partido judicial. Esto es un Estado paralelo y mafia judicial”, lamentó.
La dos veces presidenta de Argentina no cumplirá la pena dictada al menos mientras tenga inmunidad por su cargo en el Poder Ejecutivo, salvo que sea sometida a un juicio político. Además, el fallo, que será apelado por su defensa, debe ser ratificado en otras instancias judiciales.