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La cooperación de Kiev con las agencias de inteligencia estadounidenses ha determinado el papel de Ucrania como un “centro de recopilación de inteligencia” sobre Rusia para sus socios de Occidente.
La CIA habría financiado y mantenido una red de bases secretas en Ucrania a lo largo de la frontera rusa durante los últimos ocho años, según reveló el New York Times con referencia a fuentes.
Al menos 12 emplazamientos secretos con propósitos de espionaje se han construido a lo largo de la frontera rusa desde 2016. Estos fueron financiados y equipados un “ciento diez por ciento” por la Agencia, según indicó Serguéi Dvoretski, un alto mando de los servicios de inteligencia ucranianos, al diario estadounidense.
Con las bases en marcha, la CIA proporcionó a los ucranianos información de inteligencia para realizar ataques selectivos con misiles, rastrear los movimientos de tropas rusas y ayudar a mantener las redes de espionaje. Asimismo, también habría ayudado a Kiev a formar una nueva generación de espías ucranianos que operan en Rusia y en toda Europa, según el medio.
En 2016, la CIA comenzó a entrenar un comando de élite ucraniano, conocido como Unidad 2245, que capturaba drones y equipos de comunicaciones rusos para que los técnicos de inteligencia estadounidense pudieran aplicarles ingeniería inversa y descifrar los sistemas de cifrado de Moscú. Uno de los oficiales de la unidad sería Kiril Budánov, jefe de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania.
El general Kondratiuk
A pesar de que en principio la CIA se mostraba reacia a trabajar plenamente con Ucrania, por miedo de provocar a Moscú, un estrecho círculo de oficiales de inteligencia ucranianos cortejaron a la Agencia y poco a poco se hicieron vitales para los intereses de Washington.
Uno de esos funcionarios sería Valeri Kondratiuk, exjefe de la Inteligencia militar ucraniana, que en 2015 entregó a la CIA “una pila de archivos de alto secreto”, donde supuestamente había información de vital importancia sobre el Ejército ruso, incluidos sus últimos diseños de submarinos nucleares, según el NYT. “Entendimos que necesitábamos crear las condiciones de confianza”, aseguró Kondratiuk.
Una vez fortalecidas las relaciones secretas con Washington, desde Kiev empezaron a organizar “asesinatos y otras operaciones letales”. Aunque esto violaba los términos de la Casa Blanca, no afectó la relación entre Ucrania y sus socios estadounidenses.
Asimismo, tras el inicio de la guerra civil en el Donbass, Kondratiuk fue elegido como jefe de contraespionaje y se encargó de crear una nueva unidad paramilitar, conocida como la Quinta Dirección, que se desplegó tras las líneas enemigas para llevar a cabo operaciones y recabar información. Esta unidad se conformaría en su mayoría de oficiales nacidos después de la independencia de Ucrania. “No tenían ninguna relación con Rusia”, destacó el general. “Ni siquiera sabían lo que era la Unión Soviética”, afirmó.
Ucrania como “centro de recopilación de inteligencia”
Como señala la publicación, la cooperación de Ucrania con las agencias de inteligencia estadounidenses “no es una creación en tiempos de guerra”, y ha determinado el papel de Ucrania como un “centro de recopilación de inteligencia” sobre Rusia para sus socios de Occidente.
“Las relaciones se hicieron cada vez más sólidas porque ambas partes vieron el valor que tenían, y la Embajada de EE.UU. en Kiev –nuestra estación allí, la operación fuera de Ucrania– se convirtió en la mejor fuente de información, señales y todo lo demás, sobre Rusia”, aseguró un exalto funcionario estadounidense citado por el NYT. “No nos cansábamos de ello”, añadió.
El medio asegura que la relación entre Kiev y la CIA fue tan “fructífera” que la Agencia quiso repetirla con otros servicios de inteligencia europeos que compartían el objetivo de “contrarrestar a Rusia”.
En 2020 el jefe de Russia House, el departamento de la CIA que supervisa las operaciones contra Rusia, organizó una reunión secreta en La Haya. Allí, representantes de la CIA, el MI6 británico, la inteligencia ucraniana, el servicio holandés y otras agencias acordaron empezar a poner en común más información de inteligencia sobre Rusia.
A pesar de las consiguientes derrotas de Ucrania en el campo de batalla, el apoyo de EE.UU. a Kiev continúa. El NYT informa que, en un intento de tranquilizar a los dirigentes ucranianos, el director de la CIA, William Burns, realizó una visita secreta a Ucrania el pasado jueves, la décima desde el inicio de la operación militar rusa.