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Según Bloomberg, los aliados del régimen de Kiev temen que las fuerzas rusas expulsen a los ucranianos de la provincia de Kursk en unos meses.
Aunque la incursión de Ucrania en la provincia rusa de Kursk ha impresionado a sus aliados occidentales, un mes después del inicio de los combates, funcionarios estadounidenses y europeos siguen preguntándose cuál es su objetivo final, informa Bloomberg.
De acuerdo con fuentes familiarizadas con el asunto, algunos funcionarios en Occidente temen que las fuerzas rusas lancen una contraofensiva de mayor alcance y expulsen a los ucranianos de la provincia en pocos meses. Algunos funcionarios europeos, que hablaron bajo condición de anonimato, también han expresado su preocupación por si el coste de la invasión de Kursk puede resultar alto para el régimen de Kiev.
Bloomberg también señala que, a pesar de la intención del líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, de utilizar el territorio ruso donde ahora se encuentran sus tropas como moneda de cambio en posibles conversaciones de paz, algunos de sus aliados temen que el Ejército ucraniano no sea capaz de mantenerse allí el tiempo suficiente para presionar a Moscú.
Además, aunque Zelenski sigue instando a sus patrocinadores de la OTAN a ignorar las líneas rojas de Rusia y permitir a las tropas ucranianas el uso de misiles de largo alcance occidentales para atacar en profundidad el territorio ruso, “hay pocos indicios de que los aliados estén dispuestos a acceder a sus peticiones”.