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Miles de madres tienen dificultades para acceder a productos alimenticios y suplementos nutricionales.
Un estimado de 15.000 embarazadas que viven en la Franja de Gaza están al borde de la hambruna y otras complicaciones de salud por la falta de atención médica prenatal y postnatal, de acuerdo con el último reporte de la organización ONU Mujeres y su oficina regional para los Estados árabes.
Según el Fondo de Población de la ONU, actualmente existen alrededor de 155.000 embarazadas y madres de recién nacidos en Gaza. De las mujeres encuestadas, el 99% indicó que tenían dificultades para acceder a productos alimenticios y suplementos nutricionales, mientras que el 78,4% no ha podido hacerse ningún examen para evaluar su estado de salud.
“No he priorizado mi salud porque soy la cuidadora principal de mis hijos, asumiendo los roles de padre y madre”, dijo una mujer embarazada y con tres hijos.
Las instalaciones médicas se han visto gravemente afectadas por los continuos bombardeos y ataques en la zona, lo que también ha llevado a la falta de personal y de medicamentos, generando el aumento de las muertes maternas, neonatales y mortinatos. Las medicinas esenciales para los recién nacidos son escasas e incluso, muchas mujeres han tenido que dar a luz sin anestesia.
Consecuencias irreversibles
El hecho de que las personas desplazadas tengan que vivir en residencias superpobladas o campamentos improvisados ha interrumpido gravemente la lactancia materna. Algunas de las madres encuestadas por la organización dijeron no poder amamantar a sus bebés debido a la falta de privacidad o espacios convenientes y admitieron que su alimentación depende, parcial o exclusivamente, de las fórmulas de leche.
La falta de alimentos y agua entre las madres y sus bebés provocan consecuencias irreversibles para la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de los niños. De acuerdo con el reporte, uno de cada tres menores de 2 años sufre de desnutrición.