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Tanto mujeres como hombres de 18 a 60 años podrán participar en la formación, señaló el primer ministro de la nación.
El Gobierno polaco pretende someter a entrenamiento militar a decenas de miles de soldados voluntarios, duplicando la cantidad actual, anunció el martes el primer ministro de Polonia, Donald Tusk.
“En 2027 alcanzaremos la capacidad de formar 100.000 voluntarios al año“, manifestó Tusk ante los ministros. “Debemos construir ‘de facto’ un ejército de reservistas”, agregó.
Según el líder polaco, el conflicto ucraniano “ha demostrado muy claramente que se necesita una amplia gama de especialistas, principalmente en las tecnologías más modernas, pero también ante amenazas”. “Se necesitan más especialistas en defensa civil sobre el terreno”, dijo.
“Estoy convencido de que no faltarán personas dispuestas a participar, pero nuestra tarea es garantizar que todos los interesados puedan unirse a esta formación”, continuó el jefe de Gobierno. Detalló que se trata de “cualquier persona interesada, mayor de 18 años y hasta 60 años“.
Entre las “motivaciones e incentivos” para alentar tanto a mujeres como a hombres a participar en dicha capacitación, Tusk sugirió un curso para obtener el permiso de conducir profesional, incluido para vehículos pesados. “Esto será útil en caso de guerra”, observó.
Además, el líder polaco propuso “aprovechar el potencial” de sus veteranos. “En estos entrenamientos serán invaluables”, dijo. También señaló que serán involucrados militares de fuerzas especiales que actualmente están fuera de servicio y que “seguramente estarán encantados de participar en dichos entrenamientos”.
“Cuando se trata de aumentar los límites y las posibilidades de financiación de estos proyectos, es algo indiscutible”, afirmó.
A continuación, el primer ministro precisó que Varsovia cooperará con sus aliados en el asunto. “Aprovechando directamente la experiencia de combate del Ejército ucraniano, en lo que se refiere a entrenamiento con drones, esta experiencia de los últimos meses es muy útil”, enfatizó.
En el mismo contexto, Tusk mencionó la construcción de fortificaciones militares, principalmente del Escudo Oriental —proyecto para reforzar la frontera de Polonia y el flanco oriental de la OTAN— y “todas las inversiones directamente relacionadas con la industria de defensa”.
