Panamá reitera que la soberanía su canal interoceánico es innegociable luego de que Trump amenazara con usar la fuerza militar para tomar el control de la vía.
“La soberanía de nuestro canal no es negociable. Es parte de nuestra historia de lucha, y una conquista irreversible”, dijo el martes el canciller panameño, Javier Martínez-Acha, en reacción a las afirmaciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la necesidad de que el país “recupere el control” de la vía navegable.
El magnate republicano acusó anteriormente al país centroamericano de haber violado “todos los aspectos” de los tratados Torrijos-Carter (1977), según el cual Panamá retomó la soberanía del estratégico canal a cambio de garantizar la neutralidad y accesibilidad de la vía al comercio mundial.
Trump insinúa que los soldados chinos controlan la ruta de 80 kilómetros que une Asia y la costa este de Estados Unidos, lo que ha sido rechazado categóricamente por las autoridades panameñas.
Panameños seguirán siendo las únicas manos que controlan el canal
El ministro de Exteriores de Panamá reiteró el compromiso de su país con mantener la neutralidad del canal. “Nuestro canal tiene la misión de servir a la humanidad y a su comercio. Ese es uno de los grandes valores que los panameños le ofrecemos al mundo, dándole garantías a la comunidad internacional de no tomar parte ni ser parte activa en conflicto alguno. Las únicas manos que controlan el canal son panameñas y así seguirá siendo”, enfatizó.
Martínez-Acha rechazó la afirmación de Trump quien el martes alegó que “el canal de Panamá está en discusión con ellos [las autoridades panameñas] ahora mismo”, y aseguró que hasta ahora el Gobierno del presidente José Raúl Mulino no ha tenido ningún contacto “informal o formal” con Trump o sus representantes.
Durante su intervención en una rueda de prensa, el magnate republicano, que asumirá la presidencia de EE.UU. el 10 de enero, dejó claro que “el canal de Panamá es vital para nuestro país”, y no descartó la posibilidad de usar la fuerza militar para recuperar el control de la ruta, lo cual está en manos del país centroamericano desde 1999.
“No voy a comprometerme a ello [a no usar la fuerza militar]. Tal vez tenga que hacer algo”, respondió Trump cuando se le preguntó si descartaría el uso de la fuerza para apoderarse del canal.
Las provocativas declaraciones de Trump sobre el Canal de Panamá, rechazadas por muchos gobiernos latinoamericanos, forman parte de un amplio sueño expansionista del futuro inquilino de la Casa Blanca que incluye también el control sobre Groenlandia, la anexión de Canadá y recientemente el cambio del nombre del Golfo de México en “Golfo de América”.
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