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Tras restablecerse el orden en la Asamblea Nacional de Senegal, la víctima de agresión se desmayó y fue llevada a un hospital.
Las autoridades senegalesas ordenaron este lunes la búsqueda de dos legisladores opositores que atacaron la semana pasada a una parlamentaria embarazada durante una trifulca estallada en la Asamblea Nacional del país. Las lesiones que sufrió la mujer podrían provocarle un aborto espontáneo, informa AFP citando a un alto funcionario policial.
Durante una sesión celebrada el 1 de diciembre, Amy Ndiaye, de la coalición gobernante, fue abofeteada por el partidario de Yewwi Askan Wi (Liberen al pueblo, en español), Massata Samb. Acto seguido recibió una patada a la altura del estómago por parte de Mamadou Niang, otro miembro del mismo partido opositor.
La agresión se produjo después de que la mujer se burlara de la intervención de uno de los presentes, quien recordó los comentarios “despectivos” de Ndiaye dirigidos hacia Serigne Moustapha Sy, un influyente líder musulmán que apoya a la oposición.
Después de que se restableciera el orden, la víctima de la agresión se desmayó y fue llevada a un hospital. Su abogado declaró que la mujer estaba embarazada y se teme que pueda perder el bebé.
Según precisó la fuente, los dos legisladores senegaleses involucrados en la pelea se dieron a la fuga después de que los fiscales iniciaran un proceso en su contra tras la denuncia del presidente del Parlamento.
“Senegal ha perdido su rumbo”
Paradójicamente, el incidente, que ahora pone en riesgo la vida del bebé, ocurrió durante una campaña nacional contra la violencia hacia las mujeres.
El hecho causó indignación entre los críticos que denunciaron “la pérdida del rumbo” de Senegal, aclamado por su estabilidad y discurso respetuoso hacia la ciudadanía, en una región conocida por golpes de Estado y dictaduras, recalca el medio.
Los parlamentarios “no están respetando sus posiciones”, dijo a AFP Cheikh Gueye, secretario de un grupo islámico moderado. “Han mezclado la Asamblea Nacional con alguna arena […] de gladiadores, convirtiéndola en un lugar donde puede haber golpes, insultos, invectivas y ataques personales”, lamentó.