Publicado:
Varios de los funcionarios han ido dejando sus cargos, en medio de agradecimientos y señalamientos.
La cascada de dimisiones de las principales fichas del Gobierno de Colombia en ámbitos como seguridad, energía, ambiente, trabajo, continúa este lunes, luego de que la víspera el presidente Gustavo Petro pidiera a sus ministros la renuncia protocolaria a sus cargos.
La primera salida de esta jornada fue la del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien agradeció al presidente por haberlo llamado a su gabinete. En su carta aseveró que, una vez fuera de su responsabilidad, podrá “participar sin limitaciones en el debate político” e “impulsar fuera del Gobierno” temas como la implementación del Acuerdo de paz de 2016; la reforma constitucional; el acuerdo nacional y la “agenda reformista”.
Cristo reconoció que no había podido avanzar en ciertas propuestas porque se encontró con “tensiones en el interior del equipo de Gobierno“.
“No podemos darnos el lujo de la frustración y arriesgarnos a regresar a un pasado de exclusión política y social que genera violencia”, advirtió en el texto.
Otras salidas
En esta jornada, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, aclaró en sus redes que había presentado su “renuncia irrevocable” a ese organismo, el pasado 8 de febrero. “Es una carta motivada, no protocolaria”, zanjó.
Muhamad, quien ha trabajado por décadas en el equipo de Petro, estuvo en el centro de la polémica debido a que se opuso públicamente a la inclusión del exembajador Armando Benedetti como jefe del gabinete. En su intervención en un explosivo consejo de ministros televisado, se refirió a las “agendas paralelas” de quienes no pertenecían al proyecto político del líder de Pacto Histórico.
Del mismo modo, la experimentada sindicalista comunista Gloria Ramírez, que se desempeñaba como ministra del Trabajo, afirmó en su carta de dimisión que seguirá “trabajando por una Colombia más justa y cada día más democrática, entendiendo que la política debe transitar sin sectarismos, y sin ambigüedades“.
Como parte del torrente de salidas, el titular de Minas y Energía, Andrés Camacho, manifestó que dejaba a disposición del presidente su renuncia protocolar, “para que en su calidad de Jefe de Estado pueda reorganizar el gabinete y fortalecer la gestión en el periodo final”.
Previamente, la canciller Laura Sarabia, cuya designación en ese cargo fue cuestionada por la vicepresidenta, Francia Márquez, durante el consejo de ministros, también anunció en sus redes que ponía el cargo a la orden de manera protocolar.
Coletazos del consejos de ministros
El experimento de transmitir al aire el consejo de ministros ha traído severas críticas, tanto de quienes han conformado el Gobierno de Petro como de sus opositores. La percepción generalizada es que, en medio de los reproches y disputas, se transmitió al país un mensaje de desorganización, fragmentación y descoordinación.
Las manzanas de la discordia nuevamente fueron Benedetti y Sarabia, quienes son señalados como los causantes de fracturas en el seno del Ejecutivo y cuyos nombramientos son cuestionados por el alto precio político que han tenido.
Al respecto, el excanciller Álvaro Leyva, quien dejó su cargo tras una suspensión de sus responsabilidades y una inhabilitación para ejercer cargos públicos, dijo en su cuenta de X que el consejo de ministros “se recordará en la historia nacional como el día en que un Jefe de Estado aplastó su propio Gobierno“.
En su defensa, el líder del Pacto Histórico expresó que con el nuevo tren ministerial que aspira a armar se podrá lograr el cumplimiento de los acuerdos establecidos con la población, que según él, fueron honrados de manera “fatal” por sus anteriores titulares de ministerios.
