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El grupo armado mantiene enfrentamiento con un frente de las disidencias de las FARC, lo que ha causado 80 muertes y más de 30.000 desplazados.
En los últimos días, la grave crisis humanitaria que atraviesa la región colombiana del Catatumbo (que comprende parte del departamento colombiano del Norte de Santander, fronterizo con el estado venezolano de Táchira), donde dos grupos armados se enfrentan por el control territorial, es un nuevo capítulo en el histórico conflicto colombiano. En medio de esta situación, que reabre la vieja herida de la guerra, el presidente Gustavo Petro ha dado una explicación de las posibles razones para la escalada violenta.
En su cuenta de X, el mandatario colombiano ratificó que las tropas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) habrían salido, vestidas de civil, del departamento colombiano de Arauca (limítrofe con el estado venezolano de Apure) y se habrían demorado un mes en llegar al Catatumbo. La distancia entre las dos entidades colombianas es de unos 500 km.
La principal motivación de esta movilización del ELN hacia el Catatumbo estaría en la necesidad de controlar la ruta del tráfico de cocaína, teniendo en cuenta que el municipio de Tibú (Norte de Santander), donde comenzó esta escalada violenta tras el asesinato de una familia, tiene el mayor cultivo de cocaína en Colombia.
El tráfico de cocaína como motivación
“Buscan el control de la frontera basados económicamente en la cocaína del Catatumbo. ‘Pablito’ tiene la mayor responsabilidad en esta acción”, dijo Petro, sin detallar más.
El presidente colombiano también asevera que los combates del ELN contra el Frente 33 de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se realizan para lograr el “control para convertirse en carta de negociación internacional y para enriquecerse con la cocaína”.
“Por soberanía nacional, el ELN debe ser derrotado y toda fuerza que tenga sus mismos objetivos”, añadió el mandatario que la semana pasada suspendió las conversaciones que mantenía su Gobierno con ese grupo guerrillero desde 2022.
La militarización como respuesta
Sobre las acciones tomadas por ambos países para detener este conflicto, que ha causado hasta el momento entre 60 y 80 muertos y 32.139 desplazados, se encuentra “el copamiento militar colombiano en Catatumbo y Arauca” y del lado venezolano, por parte de los uniformados de ese país, que lo acordaron con Bogotá.
“Deben ser acompañadas de lo fundamental: el triunfo no está solo en el fusil, está en una verdadera justicia social, en abrir las oportunidades del progreso en las regiones excluidas del país”, aseguró Petro, al hacer referencia en la desigualdad social y de repartición de la tierra, además de la exclusión y el abandono estatal, como semillas del conflicto interno de más de siete décadas en Colombia.
Para Petro, “debe hacerse realidad ya” un pacto social con Arauca y el Catatumbo. De allí, agrega, se origina su declaratoria de conmoción interior.
En su opinión, su propuesta política bandera de ‘paz total’, que ha sido cuestionada en los últimos días tras el recrudecimiento de la violencia, “no es ingenua“, pues integra un componente político y otro militar.
“El pueblo colombiano no traicionará el pueblo de Haití ni el pueblo de Venezuela. Esperamos correspondencia. La ruta de tráfico de cocaína desde el Catatumbo hasta Haití es la base de la violencia”, que según el mandatario ha causado muertes, provocando “migración intensa a EE.UU.”.
“Esto ha sucedido desde cuando decidieron hacer trizas la paz”, añadió.
