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La tartrazina, usada comúnmente en dulces, permitió que el tejido orgánico de los ratones, especialmente la piel, transparentara a pesar de su opacidad.
Un grupo de investigadores de instituciones científicas de EE.UU. desarrolló una nueva técnica para visualizar los órganos de ratones vivos, después de lograr que la piel de estos animales se volviera transparente mediante la aplicación de un popular colorante alimentario, informó este jueves la Universidad de Texas en Dallas.
Los cuerpos de la mayoría de los mamíferos no son transparentes debido a que la luz se dispersa al momento de interactuar con los tejidos. Este fenómeno, conocido como ‘dispersión de la luz’, se produce porque los tejidos están formados por diversos componentes, como proteínas, grasas y fluidos.
Cada uno de estos componentes posee una propiedad física conocida como ‘índice de refracción’, por lo que ralentizan la luz de manera diferente. De acuerdo con los científicos, para lograr que el tejido vivo se torne transparente, se tenía que encontrar un método para hacer coincidir los diferentes índices de refracción, con la finalidad de que la luz no se dispersara.
Ver a través de la piel
En un estudio publicado en la revista Science se reportó que la tartrazina, un colorante que se usa comúnmente en dulces de color naranja, permitió que el tejido orgánico de los ratones, especialmente su piel fina, se volviera transparente.
Los especialistas explicaron que la sustancia, también conocida como ‘FD&C Amarillo 5’, logró modificar el índice de refracción del agua para que coincidiera con el de los demás componentes de la piel. Además, las moléculas del colorante redujeron la intensidad en que la luz se dispersa en el tejido de la piel, permitiendo que pareciera ópticamente transparente aunque normalmente sea opaca.
La piel del cráneo y del abdomen de los roedores se volvió transparente después de aplicarle una mezcla de agua con tartrazina. A través de la piel transparente del cráneo los científicos pudieron observar directamente los vasos sanguíneos del cerebro, mientras que en el abdomen pudieron ver los órganos internos y las contracciones musculares del tracto digestivo.
Los investigadores aseguran que este proceso es reversible, ya que el colorante puede ser retirado de la piel de los animales con solo lavarla. Señalan también que si la sustancia se introdujera en la piel de los roedores no existiría ningún riesgo, porque esta se metaboliza y se desecha por la orina.
Futuras aplicaciones en la medicina
El profesor Hong Guosong contó que su innovadora técnica podrá ser utilizada algún día en diversos procedimientos médicos en humanos. Sin embargo, subrayó que existirían dificultades al momento de realizar pruebas con personas, puesto que la piel humana es aproximadamente 10 veces más gruesa que la del ratón. Los científicos desconocen cuál sería la dosis de colorante correcta o el método de administración para que pueda penetrar en la piel.
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