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A pesar de los múltiples ataques que han intercambiado, el debate será la primera vez que los candidatos se vean las caras.
El republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris se han estado preparando los últimos días para enfrentarse este martes 10 de septiembre en un debate de 90 minutos organizado por la cadena ABC, de cara a las ultimas semanas de la campaña electoral presidencial en EE.UU.
Las preguntas más difíciles para Trump
Así, a pesar de que Trump ha insistido públicamente en que no necesita ninguna preparación para el encuentro, fuentes cercanas afirmaron a ABC News que el expresidente ha estado llevando a cabo sesiones informales con un pequeño equipo de asesores, entre los que se destacan el representante republicano por el estado de Florida, Matt Gaetz y la exmiembro de la Cámara de Representantes por el estado de Hawái, la demócrata Tulsi Gabbard.
Según las fuentes, los asesores de Trump lo han estado ayudando a preparar sus respuestas ante algunas de las preguntas más difíciles, relacionadas con sus problemas legales, incluyendo las acusaciones federales en su contra sobre la injerencia en los comicios de 2020, la retención de documentos clasificados, los cargos por los presuntos pagos de dinero a cambio de silencio durante las elecciones de 2016, así como su postura sobre el aborto.
El “campamento de debate” de Harris
Por su parte, Harris se ha sometido la mayor parte de los últimos días a un “campamento de debate intensivo” desde un hotel en la ciudad de Pittsburgh, donde su equipo recreó el estudio de televisión en el que se llevará a cabo el enfrentamiento, e incluso contrató a un imitador de Trump para que “lanzara duros ataques y comentarios ofensivos” y ensayar durante horas, recoge The Washington Post.
De acuerdo con personas familiarizadas con la preparación de Harris, sus asesores temen que Trump lance tantas declaraciones dudosas o ataques durante el tiempo ininterrumpido de su intervención, que ella será incapaz de rebatirlos todos. Asimismo, la campaña de Harris ha intentado reducir las expectativas de su actuación, expresando sus preocupaciones ya que este será el séptimo debate presidencial de Trump y el primero para la vicepresidenta.
A pesar de los múltiples ataques que han intercambiado, el debate será la primera vez que los candidatos se vean las caras antes de las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el 5 de noviembre. Según las últimas encuestas, Harris y Trump se encuentran en una carrera muy reñida en los principales estados, con un estrecho margen del 1 %.