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Un inesperado ‘operativo clamor’ promovió el regreso de la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, a los cargos políticos con miras a las elecciones legislativas del próximo año.
“Cristina presidenta” es el juego de palabras que comenzaron a replicar la semana pasada líderes y militantes del kirchnerismo, la corriente del Partido Justicialista (PJ) que encabeza la exmandataria.
La propuesta, que se convirtió en un tema central en la prensa durante los últimos días y que alteró el clima político en el país sudamericano, es que Fernández de Kirchner sea electa como presidenta del PJ en las elecciones partidarias que se llevarán a cabo el próximo 17 de noviembre.
De esta forma, ella encabezaría el armado de las candidaturas peronistas rumbo a las elecciones de diputados y senadores que se realizarán en octubre de 2025 y en las que la oposición apuesta a incrementar sus bancadas para resistir al Gobierno del presidente Javier Milei.
Además, como eventual presidenta del PJ, Fernández de Kirchner sería la precandidata natural al Senado en representación de la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más grande del país.
A pesar de que ya hay una condena en su contra que incluye la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, la presidenta podría postularse al Senado gracias a que la sentencia que fue emitida por un tribunal en primera instancia todavía no está firme.
La última palabra la tendrá la Corte Suprema de Justicia, ya que puede ratificar, modificar o suspender la pena, pero es una decisión que puede demorar años.
Señales
El ‘operativo clamor’ estalló la tarde del jueves, pero la expresidenta ya había dado señales previas de su regreso protagónico al debate nacional.
En septiembre, por ejemplo, publicó una carta con duras críticas a Milei y luego discutió en redes sociales con el ministro de Economía, Luis Caputo.
Luego, el 1 de octubre, realizó un inesperado recorrido en La Matanza, la localidad más poblada y, por lo tanto, con mayores votos, de la provincia de Buenos Aires. En ese momento las especulaciones sobre una posible candidatura se dispararon porque las visitas de las y los políticos en los territorios siempre representan actos de campaña.
Al día siguiente, además, salió al balcón de su oficina para saludar a los miles de manifestantes que participaron en una histórica marcha universitaria en la que se repudió al Gobierno de Milei. Fue ovacionada. Horas más tarde, los principales dirigentes kirchneristas la postularon como presidenta del PJ.
“Cristina es la líder del peronismo y ha dado acabadas muestras de su compromiso inquebrantable con los sueños y los anhelos de nuestro pueblo. Conoce cada rincón de la patria e interpreta las necesidades como nadie”, aseguró, por ejemplo, el diputado Eduardo ‘Wado’ de Pedro.
“Es tiempo de mujeres. Es tiempo de ella conduciendo al Partido Justicialista. Es tiempo de la que demostró el mayor de los corajes. Es tiempo de devolverle al pueblo la esperanza, ponerle luz al camino, recuperar la confianza en nuestras ideas y nuestra fuerza revolucionaria”, agregó la senadora Juliana Di Tullio.
Los posteos de los kirchneristas subrayaron el hecho de que Fernández de Kirchner sería la primera presidenta del PJ desde que este partido fue fundado en 1945 por el tres veces presidente Juan Domingo Perón.
Es, también, el único cargo que le falta ocupar a esta abogada de 70 años, porque ya fue diputada provincial (1989-1995), convencional constituyente (1994), diputada nacional (1997-2001), senadora (1995-1997 y 2001-2007), presidenta (2007-2011 y 2011-2015) y vicepresidenta (2018-2023).
Reacciones
Las muestras de apoyo a Fernández de Kirchner escalaron durante el fin de semana y contrastaron con las críticas de algunos analistas políticos que advirtieron que este regreso evidencia la falta de renovación de los liderazgos en el PJ.
“No dudo que Cristina va a postularse”, afirmó el excanciller Jorge Taiana. “Hay gente que la reclama”, expresó el senador Oscar Parrilli; “Ella quiere y tiene ganas”, aseguró el senador José Mayans, quien reveló que la exmandataria le había confirmado su intención de dirigir al principal partido opositor a Milei.
Hasta ahora, el único dirigente que se había postulado para presidir el peronismo era Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja. Aunque se especuló que renunciaría a su precampaña luego de que estallaran los pronunciamientos a favor de la exmandataria, ello no ocurrió.
“Si tengo que competir, voy a competir”, desafió al rechazar la posibilidad de que, debido a su peso político, Fernández de Kirchner sea la candidata única.
La respuesta de Cristina
Este lunes, Fernández de Kirchner publicó en sus redes sociales una “carta abierta” para “los compañeros y compañeras peronistas” y para “los argentinos que nunca lo fueron, también”, donde habla sobre la situación actual en Argentina y las consecuencias que enfrenta el país debido a la gestión de Milei, a quien acusa de “generar un clima de violencia generalizada que atraviesa todas las capas de la comunidad”.
En su extensa misiva donde aborda la propuesta de liderar el PJ, alega que hoy el peronismo vive una “situación de pérdida de representación institucional inédita en el período democrático” argentino, por lo que ahora requiere “enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó”.
“Esto plantea la necesidad de crear un ámbito de discusión y participación que hoy no existe y que su ausencia sólo genera confusión y vacío. No tengo dudas que, en esta etapa, el partido es el lugar más apropiado para desarrollar el continente que genere el contenido y que este, además, tenga dirección y objetivos”, dijo.
Ante esto, Fernández de Kirchner agradeció “las muestras de cariño y los mensajes de apoyo” para ser la Presidenta del PJ y dijo que ella “nunca” ha ocupado un lugar “sin tener la certeza de estar capacitada para la tarea encomendada; sin miedo ni presiones“.
“Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad porque si algo tengo claro también, es que acá no sobra nadie. Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes”, dijo.
La exmandataria agregó que lograr la unidad “no es un objetivo en sí mismo”, sino que el peronismo debe concebir al partido “como el instrumento que debe dar el primer paso para reagrupar a todas las fuerzas políticas y sociales detrás de un programa de gobierno que devuelva a esta Argentina sumida en la crueldad y el odio de los necios, la esperanza y el orgullo de ser argentinos”.