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El deseo de EE.UU. de mantener su influencia dominante en la región “contribuyó a la acumulación de potencial de conflicto”, afirmó la portavoz de la Cancillería rusa.
Una de las causas principales de la situación actual en Oriente Medio es el deseo de Washington de continuar su dominio en esta zona. Así lo afirmó este miércoles María Zajárova, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, citada por RIA Novosti.
“En gran medida, la dramática situación actual es consecuencia del deseo de EE.UU. de mantener su influencia dominante en el Medio Oriente”, señaló Zajárova.
“El deseo de Washington de monopolizar el papel de mediación en el conflicto palestino-israelí, preservar el ‘statu quo’ y promover la ‘paz económica’, dejando de lado las cuestiones fundamentales para una solución a largo plazo de este problema de larga data, basada en las decisiones existentes de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU, contribuyeron a la acumulación de potencial de conflicto”, aclaró la funcionaria.
Al mismo tiempo, según la vocera, “los estadounidenses promovieron activamente sus enfoques de confrontación destinados a crear líneas divisorias artificiales en la región y formar coaliciones antiiraníes”.
Ante este panorama, Zajárova advierte de una posible intensificación de las tensiones en la región. “El aumento de la presencia militar estadounidense en Oriente Medio, en particular en el Mediterráneo oriental, el mar Rojo y la zona del golfo Pérsico, plantea una amenaza de mayor escalada”, dijo.
“La supuesta operación de mantenimiento de la paz Guardián de la Prosperidad, lanzada por Washington a principios de año, desembocó en ataques de EE.UU. y el Reino Unido en el territorio de Yemen y en la práctica solo condujo a un agravamiento de la situación en esta zona del mundo”, continuó la portavoz.
“Estamos convencidos de que los países de la región pueden resolver de forma independiente los problemas y desacuerdos existentes por medios políticos y diplomáticos”, resumió Zajárova.