Corea del Norte asegura que Estados Unidos intenta utilizar a la ONU como herramienta para implementar su estrategia de hegemonía.
En un comunicado publicado el viernes por la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA), el representante permanente de Corea del Norte ante la ONU en Ginebra, Jo Chol Su, denunció que EE.UU. ha cuestionado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus agencias, “sus relaciones de cooperación con organizaciones afines al comunismo, el socialismo, las fuerzas totalitarias o antiestadounidenses, y si han recibido fondos de China, Rusia, Cuba e Irán”.
Sobre esas indagaciones, el diplomático norcoreano, dijo que forman parte de los esfuerzos de EE.UU. por “utilizar el organismo internacional como herramienta para implementar su estrategia de hegemonía”, lo cual “no será tolerado”, aseveró.
Acusó a Washington de tratar a las organizaciones de la ONU como “un órgano dependiente del Departamento de Estado de EE.UU.” y avisó que la conducta de la actual administración estadounidense, que obliga a la comunidad internacional a seguir la doctrina de “América Primero”, predice el surgimiento del “macartismo” del siglo XXI.
Entonces, resalta en el comunicado, “tal comportamiento de incitar a la confrontación contra la tendencia internacional que aspira a la multipolarización merece ser condenado, y la comunidad internacional debe permanecer vigilante para que la ONU y otras organizaciones internacionales no se dejen llevar por el unilateralismo y las prácticas arbitrarias de EE.UU.”.
Las críticas norcoreanas se refieren a informes de que la Oficina de Administración y Presupuesto de EE.UU. envió consultas con 36 preguntas a las agencias de ayuda de la ONU, incluyendo la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA) y el Comité Internacional de la Cruz Roja. Una de las preguntas, se refería a si las organizaciones cooperan con grupos o partidos que apoyan ideologías comunistas, socialistas o antiamericanas.
El cuestionario estadounidense podría haber formado parte de los preparativos para reducir o detener la participación estadounidense en el sistema de la ONU, en consonancia con las recientes decisiones de la Administración de Donald Trump de suspender la ayuda exterior.
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