¿Qué impide apagar los incontrolados incendios que han reducido parte de Los Ángeles a cenizas?

Escasez de agua y de bomberos, junto con una gestión ineficaz, aparecen entre los principales obstáculos en la lucha contra los catastróficos incendios que asolan el sur de California.

Los devastadores incendios que desde el martes azotan la ciudad estadounidense de Los Ángeles y sus alrededores son considerados ya unos de los más destructivos de los que se tiene memoria en California. Y aunque todavía se desconoce qué los provocó, cada vez son más numerosas las críticas a la falta de preparación de las autoridades municipales para combatir las llamas.

Financiación reducida

El principal destinatario de las críticas ha sido la alcaldesa de la ciudad, la demócrata Karen Bass, quien, ignorando advertencias sobre las peligrosas condiciones meteorológicas en la región, viajó esta semana a Ghana para asistir a la investidura del nuevo presidente del país africano, en representación de Joe Biden.

Sin embargo, incluso la ausencia de Bass de la ciudad generó menos reacciones negativas que su decisión previa de recortar en más de 17 millones de dólares la financiación del servicio de bomberos para este año fiscal. En lugar de reforzar la seguridad contra el fuego en Los Ángeles, donde los incendios masivos son frecuentes, los fondos se destinaron a ayudar a personas sin hogar y, además, quedaron en gran parte sin gastar. De tal manera, al Departamento de Bomberos de Los Ángeles se le asignaron 837 millones de dólares para el año fiscal 2023-2024, frente a los 1.300 millones de dólares destinados a los sintecho.

Falta de liderazgo

También se ha criticado la actuación del gobernador de California, Gavin Newsom, a quien Donald Trump ha llamado a dimitir por su mala gestión en la actual circunstancia. “Una de las mejores y más bellas partes de EE.UU. está ardiendo hasta los cimientos. Está en cenizas, y Gavin ‘Newscum’ debería dimitir. ¡Todo esto es culpa suya!“, publicó el presidente electo en su cuenta de Truth Social, fusionando el apellido del gobernador, ‘Newsom’, con el insulto ‘scum’ (‘escoria’ en inglés). 

Asimismo, Trump señaló que el gobernador demócrata “se negó a firmar la declaración de restauración hídrica que se le presentó y que habría permitido que millones de galones de agua, procedentes del exceso de lluvia y del deshielo de la nieve del norte, fluyeran diariamente hacia muchas partes de California, incluidas las zonas que están ardiendo actualmente de forma prácticamente apocalíptica”. “Además de todo esto, no hay agua para los hidrantes ni para los aviones de extinción de incendios”, agregó.

Por su parte, la congresista republicana Marjorie Taylor Greene considera que Newson “puede ser penalmente responsable” por las consecuencias del desastre natural, pues afirma que el gobernador “ha desmantelado literalmente toda forma responsable de combatir estos devastadores y mortales incendios forestales”. 

La política de diversidad, ¿otro culpable?  

Entre tanto, Donald Trump Jr., hijo del presidente electo, vinculó las medidas ineficaces con el enfoque del departamento de bomberos de Los Ángeles centrado en las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés). “Podemos cambiar el nombre de DEI por DIE (‘morir’ en inglés), ya que eso es lo que parece ocurrirle a la gente corriente que está por debajo de aquellos que ponen la señalización de ‘virtudes despiertas’ muy por encima de la competencia”, aseveró. Una afirmación parecida, con el texto “DEI significa que la gente DIE”, fue publicada por Elon Musk en un comentario sobre la tragedia en curso.

La opinión de Trump Jr. fue apoyada por destacadas figuras conservadoras. Así, el prominente experto Matt Walsh afirmó que “la DEI es un cáncer que destruye todo lo que toca” y aseveró que “Los Ángeles se propuso deliberadamente excluir a los hombres blancos para que no se convirtieran en bomberos, y ahora no tienen suficientes bomberos para evitar que su ciudad arda hasta los cimientos“, refiriéndose a cientos de millones de dólares que la ciudad gastó para diversificar su departamento de bomberos, donde predominantemente trabajaban varones blancos.

La falta de agua

En su lucha contra las llamas, a veces los bomberos no han podido evitar su rápida propagación porque prácticamente no salía nada de las tomas de agua del barrio Pacific Palisades, la zona más afectada de la ciudad.

Según Janisse Quiñones, directora general e ingeniera jefa del Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles, los tres tanques de almacenamiento de agua de los que dependen los hidrantes en esa zona, cada uno con capacidad aproximada de un millón de galones, se habían “secado” a las tres de la madrugada del miércoles. A esto agregó que el sistema funcionaba al límite de su capacidad y no podía manejar una demanda de agua tan elevada. “No pudimos llenar los depósitos con la suficiente rapidez, por lo que el consumo de agua fue más rápido de lo que podemos suministrar desde nuestra línea troncal”, explicó.

El suministro de agua también fue criticado por quien fuera el oponente de la actual alcaldesa en las elecciones de 2022, Rick Caruso, que sostuvo que esa carencia “nunca debió haber ocurrido”. “Se trata de una ventana abierta a un problema sistémico de la ciudad: no sólo de mala gestión, sino de que nuestras infraestructuras son viejas”, subrayó.

“La crónica infrafinanciación de Los Ángeles para nuestras infraestructuras públicas y nuestros colaboradores en seguridad se ha hecho evidente y se ha manifestado plenamente en las últimas 24 horas”, expresó por su parte este miércoles la concejala Traci Park, que representa a Pacific Palisades. 

Infraestructura jamás construida

La falta de agua se debió también a la mala planificación de las infraestructuras hídricas de la ciudad. Este no es el primer gran incendio que enfrenta Los Ángeles, razón por la cual los funcionarios demócratas de la ciudad llevan ya 10 años debatiendo la necesidad de construir infraestructuras hidráulicas para suministrar el líquido a las zonas afectadas por persistentes sequías.

En 2014, los votantes de California aprobaron una emisión de bonos por valor de 7.500 millones de dólares, destinados a la construcción de presas y otras instalaciones que ayudaran a proteger a California de la sequía y sus peligrosas consecuencias. Sin embargo, la construcción no ha comenzado en ninguna de las presas. Se espera que en una de ellas empiece en 2025. Entre tanto, según se informa, parte del dinero se utilizó para financiar otros 1.838 proyectos, 760 de los cuales ya se han completado. Sin embargo, los objetivos principales siguen en el aire. 

“No hay suficientes bomberos”

Al tiempo que se combaten los incendios, ha quedado claro que en la inmensa ciudad no sólo faltan agua e infraestructuras hídricas eficaces, sino también bomberos. “El condado de Los Ángeles, y sus 29 departamentos de bomberos, no están preparados para este tipo de catástrofe generalizada. No hay suficientes bomberos en el condado de Los Ángeles para hacer frente a cuatro incendios separados de esta magnitud […].  Estamos haciendo todo lo que podemos, pero no, no tenemos suficiente personal”, declaró este miércoles el jefe de bomberos del condado, Anthony Marrone.

• El voraz incendio comenzó en la mañana del martes (hora local) en Pacific Palisades y se propagó rápidamente debido a los fuertes vientos provenientes de Santa Ana. Otros episodios menores, pero igualmente peligrosos, se desataron en áreas como Altadena y Pasadena.
• Se trata de una de las ‘tormentas de fuego’ más destructivas que hayan azotado la región en lo que se recuerda. Al menos seis personas han muerto y más de 180.000 fueron evacuadas. El fuego dañó o destruyó ya más de 2.000 edificaciones, dejando a miles de vecinos sin sus hogares.

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