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El comandante del Ejército de Colombia, Luis Emilio Cardozo, reconoció que han tenido que alquilar aeronaves para trasladar a las tropas.
Tras semanas de conflicto en el Catatumbo, en el norte de Colombia, las tropas del Ejército Nacional afrontan graves obstáculos para mantener sus operaciones en el terreno debido a un obstáculo logístico: la falta de aviones.
El domingo, desde la ciudad fronteriza de Cúcuta, el comandante del Ejército, general Luis Emilio Cardozo, precisó que “la falta de disponibilidad total de la flota aérea ha afectado la capacidad de realizar operaciones simultáneas” en la zona de conflicto.
De hecho, de los 18 helicópteros disponibles, solo hay cinco en uso. ¿La razón? El conflicto entre Rusia y Ucrania ha imposibilitado la realización de los mantenimientos pertinentes para la flota de aviones de tipo MI-17, de fabricación rusa.
Las sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE.UU. contra la empresa rusa encargada del mantenimiento de esas aeronaves, en el contexto del conflicto en Ucrania, ha representado un obstáculo para que la flota que sirve al Ejército colombiano esté a punto.
Esa circunstancia ha obligado a las Fuerzas Armadas a alquilar el servicio de aeronaves para movilizar a las tropas hacia la zona del Catatumbo, en el departamento del Norte de Santander, donde siguen los enfrentamientos armados entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33, una disidencia de las extintas FARC.
No obstante, el ministerio de Defensa adelantó que ha logrado un acuerdo para desarrollar un programa de mantenimiento “con una empresa que no tiene problemas en la trazabilidad de repuestos“, con la esperanza de que el Ejército recobre su capacidad de movilidad aérea “lo antes posible”.
En la zona del Catatumbo se han desplegado más de 9.000 hombres de las fuerza pública para intentar recuperar el control del territorio, tomado de facto por los grupos involucrados en el recrudecimiento del conflicto armado.
De acuerdo al balance ofrecido por las autoridades, a la fecha se han realizado más de 40 vuelos hacia la zona para permitir la evacuación de unas 365 personas desplazadas del municipio de Tibú, el más afectado por los enfrentamientos armados.
