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“Las naciones más letales para los periodistas comparten una estrategia común que les ayuda a eludir la responsabilidad y negar justicia”, señala el Comité para la Protección de los Periodistas.
Un número récord de periodistas fueron asesinados en todo el mundo el año pasado, mientras que Israel fue responsable de casi el 70 % de esas muertes, informó el miércoles el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) en un reporte especial.
Según el informe, al menos 124 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación fueron asesinados en 18 países. Se trata de la mayor cantidad de muertes de este tipo desde que el CPJ comenzó a recopilar datos hace más de tres décadas.
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De dicha cifra, 85 murieron por las acciones de Tel Aviv: 82 fallecieron en la Franja de Gaza y otros tres en el Líbano. Además, el CPJ documentó el asesinato de otros 39 periodistas y trabajadores de los medios en 16 países, siendo Sudán, Pakistán, México, Siria, Myanmar, Irak y Haití como los territorios más peligrosos para ejercer el periodismo.
“Las naciones más letales para los periodistas comparten una estrategia común que les ayuda a eludir la responsabilidad y negar justicia a los periodistas asesinados. Algunas reprimen las investigaciones de los incidentes, culpan a los periodistas víctimas y la mayoría simplemente ignora su deber de hacer que los asesinos rindan cuentas. Israel ha utilizado todas estas tácticas”, señalan los investigadores.
En el mismo contexto, el CPJ señala que al menos 24 periodistas en todo el mundo fueron privados de vida deliberadamente debido a su trabajo en 2024. Entre ellos, figura el asesinato del periodista de Al Jazeera en árabe Ismail al Ghoul y su camarógrafo, Rami al Refee, que murieron en julio durante un ataque israelí en el enclave palestino. Ambos abandonaban un campo de refugiados cerca de la ciudad de Gaza, donde habían estado trabajando.