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Además, Teherán ha comenzado una investigación exhaustiva del personal de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, informó un alto funcionario de seguridad del país.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) ordenaron a todos sus miembros que dejen de usar cualquier tipo de dispositivos de comunicación después de que miles de buscapersonas y ‘walkie-talkies’ utilizados por el grupo chiita Hezbolá en el Líbano explotaran en una cadena de mortales ataques la semana pasada. Así lo informó este lunes Reuters citando a sus fuentes.
Un alto funcionario de seguridad iraní señaló a la agencia que los CGRI están llevando a cabo una operación a gran escala para inspeccionar todos sus dispositivos, no solo los equipos de comunicación.
Además, Irán ha comenzado una investigación exhaustiva del personal, dirigida a miembros de rango medio y alto de los CGRI, ya que el país está preocupado por la posible infiltración de agentes israelíes, incluidos iraníes en la nómina de Tel Aviv, añadió el funcionario. “Esto incluye el examen de sus cuentas bancarias tanto en Irán como en el extranjero, así como de su historial de viajes y el de sus familias”, dijo.
Al mismo tiempo, la fuente se negó a dar detalles sobre cómo se comunican las fuerzas de los CGRI, integradas por 190.000 efectivos. “Por ahora, estamos utilizando cifrado de extremo a extremo en los sistemas de mensajería”, indicó.
El funcionario apuntó que las Fuerzas Armadas de Irán dejaron de utilizar buscapersonas hace más de dos décadas y utilizan una serie de dispositivos de comunicación encriptados, incluidos ‘walkie-talkies’, para una comunicación segura. Si bien los modelos y marcas específicos pueden variar, los equipos de comunicaciones militares iraníes a menudo son desarrollados en el propio país o se obtienen de una combinación de proveedores locales y extranjeros, agregó.
Teherán ha desarrollado sus propias transmisiones de radio de grado militar a través de su industria de defensa para evitar la dependencia de las importaciones extranjeras, especialmente debido a las sanciones occidentales impuestas a Teherán por su programa nuclear, añadió.
En este contexto, existe una preocupación generalizada entre los dirigentes iraníes, observó la fuente. Los CGRI se han puesto en contacto con Hezbolá para solicitar evaluaciones técnicas y varios ejemplos de artefactos explosivos fueron enviados a Teherán para que sean examinados por expertos iraníes.
Medidas “extremas”
Según otro funcionario de seguridad iraní, la mayor inquietud de Teherán es la protección de las instalaciones nucleares y de misiles del país, particularmente las subterráneas. “Pero desde el año pasado, las medidas de seguridad en esos sitios han aumentado significativamente”, comentó en referencia al incremento de vigilancia después de lo que las autoridades denunciaran un intento de Israel de sabotear el programa de misiles iraní en 2023.
“Nunca, jamás, ha habido una seguridad tan estricta y medidas tan extremas como las que hay ahora”, destacó, señalando que después de las explosiones de buscapersonas en el Líbano, la seguridad se ha incrementado considerablemente.
- El 17 y 18 de septiembre se produjo una cadena de explosiones de dispositivos de comunicación, como buscapersonas y ‘walkie-talkies’, en todo el Líbano, dejando más de 37 muertos y miles de heridos. Hezbolá y las autoridades libanesas culparon a Israel por esa “agresión criminal” y el grupo chiita prometió responder al ataque.
- Por su parte, el presidente israelí, Isaac Herzog, negó que el Estado hebreo tuviera algo que ver con las explosiones.