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En el evento en Polonia estarán presentes líderes del Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, entre otros.
La delegación rusa no ha sido invitada al 80.º aniversario de la liberación por las tropas soviéticas del campo de concentración nazi de Auschwitz, que se celebra este lunes en Polonia con la participación de representantes de 54 países, incluidos el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el canciller y el presidente de Alemania, Olaf Scholz y Frank-Walter Steinmeier; el rey del Reino Unido, Carlos III; y el rey de España, Felipe VI, entre otros.
Entre los participantes también se encuentra el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, que tiene previsto participar en los actos conmemorativos y reunirse con Macron y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa.
Anteriormente, el director del memorial y museo del campo de concentración, Piotr Cywiński, dijo que sería “cínico” si Rusia participara en la ceremonia. “Se llama Día de la Liberación, y no creo que un país que no entiende el valor de la libertad tenga algo que hacer en una ceremonia dedicada a la liberación. Sería cínico que estuvieran allí“, declaró.
Aunque Alemania, Austria, que fue anexada por Alemania en 1938, e Italia, cuyo entonces líder fascista Benito Mussolini formó una alianza con el dictador nazi Adolf Hitler, estarán representadas en la ceremonia, Rusia, que había asistido al evento anual hasta 2022, no fue invitada.
Respuesta de Moscú
En este sentido, ante los intentos de intentar reescribir la historia, desde Moscú han subrayado en repetidas ocasiones que fueron precisamente las tropas del Ejército Rojo de la URSS las que liberaron el campo nazi de Auschwitz-Birkenau (Auschwitz) el 27 de enero de 1945.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia recordó en una publicación este lunes que, a medida que se acercaba el Ejército Rojo, los nazis empezaron a intentar ocultar las huellas de los crímenes, destruyendo edificios y quemando archivos, documentos y pertenencias de los prisioneros, entre otras cosas.
Sin embargo, “gracias a la rápida actuación del Ejército soviético, los nazis no tuvieron tiempo de liquidar completamente el campo y borrar las huellas de su inhumanidad”. El 27 de enero de 1945, durante la ofensiva Vístula-Óder, las fuerzas soviéticas tomaron el territorio de Auschwitz y liberaron a más de 7.000 prisioneros.
“No habrá nadie [en la ceremonia] que mencione y agradezca a los soldados-liberadores soviéticos en el acto conmemorativo. En este sentido, vale la pena decir a los organizadores y a todos los europeos que estén allí: sus vidas, su trabajo, su tiempo libre, la existencia de sus pueblos, sus hijos han sido pagados por los soldados soviéticos, sus vidas y su sangre. Ustedes están en una deuda pendiente con ellos”, señaló la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en una conferencia de prensa.
De igual modo, en 2023, Moscú calificó la postura del museo de un “intento de reescribir la historia y borrar la verdad histórica”. “Por mucho que nuestros ‘no socios’ europeos intenten reescribir la historia de una nueva manera, el recuerdo de los horrores del nazismo y de los héroes-liberadores soviéticos no puede borrarse”, dijo Zajárova, añadiendo que para Rusia el Holocausto fue y sigue siendo “una tragedia que siempre recordaremos”.
En paralelo, este lunes Rusia rememora el 81.º aniversario de la ruptura del sitio de Leningrado, actual, San Petersburgo, que acabó con el cerco que había mantenido aislada a la ciudad durante 872 días.