El Kremlin considera que Ucrania ha cometido “terrorismo energético” tras un ataque con drones a una estación de distribución de gas del gasoducto TurkStream.
El Ministerio de Defensa ruso ha confirmado en un comunicado publicado este lunes en su canal de Telegram que una estación compresora de gas fue atacada en la aldea de Gai-Kodzor, cerca de la costa sur de Rusia, en el mar Negro. “El ataque del sábado fue llevado a cabo por las fuerzas ucranianas utilizando nueve drones”, apostilla.
Según señala el texto, Ucrania tenía como objetivo cortar el suministro de gas a los países europeos.
No obstante, la Cartera rusa ha dado por fracasada la acometida. “Todos los drones fueron derribados”, indica.
“Como resultado de la caída de fragmentos de un dron, un edificio y el equipo de una estación de medición de gas sufrieron daños menores”, ha añadido, aseverando que no hubo interrupciones en el suministro y que la instalación estaba funcionando con normalidad.
La estación nuclear que fue atacada formaba parte del gasoducto TurkStream, que transporta gas ruso a Europa.
Por su parte, el vicepresidente del partido turco Vatan Partisi, Hakan Topkurulu, ha declarado a Sputnik que el intento de Kiev de perpetrar un ataque contra una estación compresora del gasoducto TurkStream está dirigido también contra Ankara.
“El ataque está dirigido no solo contra Rusia, sino también contra Turquía”, ha puesto de relieve el político explicando sus conclusiones con las altas importaciones de Turquía de gas ruso.
El gasoducto TurkStream, inaugurado en 2020, tiene capacidad para transportar 31 500 millones de metros cúbicos de gas cada año y está formado por dos tubos paralelos de unos 930 km de largo que conectan Anapa, en la región rusa de Krasnodar, con Kiyiköy, en el noroeste de Turquía.
TurkStream pasa por debajo del mar Negro y permite a Rusia abastecer el sureste y el sur de Europa sin pasar por Ucrania, que el 1 de enero puso fin a las entregas de gas ruso a Europa a través de su territorio.
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