El Ejército ruso derribó en las últimas 24 horas ocho misiles ATACMS, de fabricación estadounidense, según informes del ministerio de Defensa del país eslavo.
Todos los misiles de largo alcance fueron derribados por los sistemas de defensa antiaérea rusos S-400 y Pantsir-SM. Además, en las últimas horas, fueron destruidos 72 vehículos aéreos no tripulados, según el informe del Ministerio de Defensa de Rusia.
Las Fuerzas Armadas rusas también causaron daños en la infraestructura de los aeródromos militares, el taller de montaje y las áreas de almacenamiento de drones de ataque, así como en concentraciones de tropas y equipo militar enemigo en 132 localidades.
De igual modo, precisó que se destruyeron 10 vehículos aéreos no tripulados ucranianos: cinco en la región de Vorónezh, tres en la provincia de Leningrado, uno sobre el territorio de la provincia de Pskov y otro en la provincia de Kursk.
El informe detalló que, desde el inicio de la operación militar especial, se han destruido un total de 651 aviones, 283 helicópteros y más de 39 000 drones ucranianos. Además, Rusia ha causado daños a 590 sistemas de misiles antiaéreos y ha destruido más de 20 000 tanques y vehículos blindados de combate, entre otros equipos militares pertenecientes a Kiev.
Los ATACMS, misiles balísticos de origen estadounidense, tienen un alcance de hasta 350 kilómetros, dependiendo del modelo, y una ojiva que transporta alrededor de 170 kilos de explosivos. A diferencia de los cohetes de artillería, los misiles balísticos vuelan a mayores altitudes en la atmósfera y, debido a la gravedad, regresan al suelo a velocidades extremadamente altas.
El 17 de noviembre pasado, medios occidentales informaron que el presidente estadounidense, Joe Biden autorizó a Ucrania a lanzar ataques con misiles de largo alcance contra Kursk. Desde la entrega de los misiles Storm Shadow y ATACMS, Ucrania ha realizado repetidos ataques con estas armas en territorio ruso, así como en las cuatro nuevas regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie.
El presidente Vladímir Putin ha declarado que los ataques de Ucrania a las profundidades del territorio ruso con misiles de largo alcance occidentales implican una participación directa de los países de la OTAN en la guerra. Por eso, Rusia va a responder a estas medidas de forma contundente.
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